La gran final de la categoría se celebró en la cancha del Estadio Azteca con la asistencia de varios centenares de aficionados que no dudaron y se dieron cita para apoyar a las nacientes promesas que en años próximos brillaran en el primer equipo.

El partido de ida culminó 2-1 con ventaja de un gol para los azulcremas. Pasado el primer cuarto del partido Pachuca empataba el global, acción que impulsó a los de Coapa para tomar la determinación de volcarse al frente y dar la vuelta en casa, las acciones se terminaban tras el primer lapso y se iban al descanso ambos equipos.

América consiguió la única copa que faltaba en sus vitrinas

Para la segunda parte, la mística y la filosofía americanista de ir al frente tomó un papel protagónico en el partido pues la visita tuvo poco contacto con la pelota mientras que los canteranos azulcremas fueron dueños del desarrollo así como la posesión del balón.

Los noventa minutos se diluyeron y por ello había que ir al alargue, donde los juveniles de América no achicaron e hicieron pesar el Estadio Azteca que ha visto tantas hazañas conseguidas en los últimos suspiros del partido. A lo América; de manera agónica, los muchachos pisaron fuerte el área y tras un remate el área por parte de Ricardo Marin que el arquero no podía contener dejaba la pelota a milímetros de la línea de gol para que de manera dramática llegara a rematar Lozada que mandaba el balón al fondo y con ello se desataba la euforia azulcrema.

Quedaban pocos minutos, sin embargo el equipo mantuvo el temple mostrado y no descuidó el balón por ningún momento. Finalmente el árbitro dio por finalizado el encuentro para que los pupilos de Martínez Merino levantaran la copa que hacía falta en casa.