Inconsistente fue el desenvolvimiento que tuvo Michael Arroyo en América durante la temporada que recién acaba de finalizar. Gracias a la propuesta agresiva de Gustavo Matosas, el ecuatoriano tuvo cabida como titular al comienzo del torneo en una oncena americanista que presentaba cinco futbolistas de condiciones ofensivas.

Fue hasta la Jornada 4 ante Tigres cuando el estratega charrúa 'renunció' a su ideología e intentó equilibrar a su equipo, lo que provocó que Arroyo cediera su puesto estelar a un mediocampista con mayor labor de sacrificio. De la Fecha 4 a la 8, el Gambetita vivió su periodo más complejo desde que arribó a Coapa; luego de perder la titularidad, el camisa 11 se lesionó a los cinco minutos de haber ingresado en el partido contra Monarcas de la quinta jornada. Michael Antonio sumó únicamente 30 minutos de 450 que pudo haber jugado.

Tras superar completamente su lesión que lo mantuvo alejado por tres encuentros, Micky reapareció y lo hizo como titular en el empate sin goles frente al Pachuca, en duelo correspondiente a la Jornada 9. A partir del choque ante los Tuzos, Arroyo Mina no soltó la titularidad durante los próximos cinco encuentros, mismos en los que se mantuvo sobre la alfombra verde hasta el silbatazo final.

Su primer gol en el Clausura 2015 llegó en la Fecha 10 cuando las Águilas recibieron a Santos Laguna. Su diana significó tres unidades para la causa azulcrema, dado que triunfaron gracias al solitario tanto del sudamericano.

El cierre de la fase regular trajo consigo que visitara nuevamente el banquillo. Inesperadamente, Matosas sentó a Arroyo en el Clásico Nacional; no obstante, en la parte complementaria ingresó de cambio. Contra Guadalajara, el Gambetita fue uno de los mejores elementos azulcremas, pese a que solo vio acción por un tiempo aproximado de 25 minutos.

El Guapo, como también ha sido apodado, tuvo un espléndido cierre de campaña. Participó en los últimos 270 minutos de América en la competencia, intervalo en el cual destelló su máximo nivel. En la serie de Cuartos de Final contra Pachuca, Micky fue uno de los mejores jugadores emplumados, inclusive, podría decirse que cargó con la ofensiva águila. Durante la eliminatoria marcó un par de anotaciones magistrales, cuyas hicieron gala de su potente y fino disparo de media y larga distancia.

Veloz, dinámico y encarador, así como irreverente y de caracter difícil, el semestre de Michael Arroyo fue bipolar, sin embargo, la calidad y virtudes del jugador no se ponen en tela de juicio, aunque deberá mostrar en el Apertura 2015 que la decisión de la directiva por retenerlo en la institución fue un acierto.