La que fuese llamada “cuna de campeones”, ya no criará a más talentos. La directiva de Atlas, en conjunto con su nuevo técnico Gustavo Matosas, se han encargado en esta temporada de transferencias de despreciar la ideología atlista, que consistía en depender su plantel en mayor medida de los jóvenes que salen de su cantera.

10 jugadores no nacidos en México, conforman el primer equipo de los Zorros. No estamos hablando de cualquier institución, hablamos del club que tiene una de las fuerzas básicas más importantes del país, y que ha detenido su maquinaria. Salvo los probables casos de Valenzuela, Medina, ‘Ponchito’ y Álvarez, que han jugado desde el inicio en los amistosos y que el mismo técnico ha dicho que  le “rompen los ojos”, el resto de los titulares serán extranjeros.

El posible cuadro titular que armará Matosas con el visto bueno del presidente deportivo Heriberto Ramón Morales, carecerá de juventud, otra característica histórica de las escuadras rojinegras. Ahora a excepción de Tabó, Kannemann y Garza, ninguno de los jugadores provenientes de otro país que tiene Atlas son menores de 25 años,  y de los ya mencionados mexicanos con oportunidad en el 11 inicial, sólo González y Álvarez no superan los 30 años.

Atlas estaría sacrificando su filosofía en pos del ansiado título. Nunca un equipo rojinegro había tenido tantos no nacidos en México en su historia como en esta temporada, ¿vale la pena?, ante esto el técnico uruguayo fue claro: “No voy a cumplir o a quedar bien, a mí me interesa ganar de la manera que me gusta, si eso implica que hay jóvenes que ya están, pero que no van a jugar, ni modo, porque yo lo que quiero es ganar”.

En vano comentar la cantidad de años del prolongado temporal de sequía que padece la ‘Academia’ en cuestión de títulos. Aquella afirmación en un verso del himno rojinegro que dice “cuna de campeones, tu misión”, ha expirado, y no sólo por la falta de copas, sino por la llegada de la amplia legión extranjera al equipo.

Para la directiva del Atlas no hay otro objetivo que valga que no sea el título, para la afición menos. Si Gustavo Matosas y su equipo multinacional logran el campeonato, a ‘La Fiel’ lo que menos le importará es el país de procedencia de los jugadores. El plantel no se armó sólo para sumar 30 puntos y hacer un papelón en la liguilla -como su pasado estratega-, sino para aspirar a cosas más grandes. Si se consuma un nuevo fracaso, los Zorros no sólo habrán dejado ir otro año sin la corona, sino que habrán dejado ir el respeto a su ideología