Parecía que el final del verano de la Selección Mexicana tendría un final feliz a pesar de todo. La Copa Oro que ganó Miguel Herrera y su combinado hacían que su proceso, que tuvo muchos altibajos y errores, tuviera por lo menos unos meses más de vida mientras esperábamos el próximo partido revancha ante Estados Unidos y sabríamos quien iría a la sobrevalorada Copa Confederaciones, la meta trazada de la Federación Mexicana de Futbol.

Pero como si fuera una telenovela de las que transmiten las televisoras en el país, todo se derrumbó como torre de cartas. Herrera, y su hija, vieron a los conductores que más les hacían daño con sus palabras y por fin los encararon como habían prometido. Christian Martinoli y Luis García solo tuvieron el pecado de estar en el mismo avión de los seleccionados y no contar con que la reacción violenta iba a aparecer tarde o temprano.

¿Hoy está en vilo el puesto de seleccionador para el ‘Piojo'? Claro que sí. Pero todo ha sido una cadena de errores desde su contratación hasta ahora. El tipo es identificado como alguien dicharachero, popular y carismático ante las cámaras y eso provocó una especie de “sobreexplotación” de su imagen. De un ser querido, el estratega empezó a cansar por tantos comerciales, promocionales y eventos públicos.

Desde la gran equivocación del uso de su Twitter para fines políticos hasta aparecer en más de cinco comerciales seguidos en televisión, los malos resultados empezaron a caer en cadena. Y la masa popular, que no permite los fracasos inmediatos, lanzó las críticas de inmediato. Lo que parecía chistoso ahora era contraproducente en todos los sentidos y una bomba de tiempo.

Tras el fracaso de la Copa América y los primeros tres partidos del certamen de la confederación, todo apuntaba a que la Federación podría tener una salida por el tema deportivo para despedirlo. Pero un escándalo mayor empezó a fraguarse cuando el arbitraje ayudó a México para seguir avanzando hasta la gran final y conseguir que el dinero siguiera entrando a las arcas de todos en el territorio norteamericano.

Foto: Imago7

Hoy, tras el escándalo de este lunes, el puesto de Herrera está totalmente en peligro. La lista empieza desde romper el código de ética hasta las demandas judiciales que, si hubiera deseado, pusiera Martinoli por agresión física. Además del malestar en redes sociales quienes han hecho ‘trending topic’ el #FueraPiojo , así como el repudio de la mayoría de los medios de comunicación.

El trasatlántico verde no se hundió, pero el general sí parece huir de él antes de empezar a navegar hacia Rusia 2018. Parece insalvable su situación, aunque la FMF ya ha aguantado de más a varios de sus predecesores, por lo que tampoco sería una sorpresa que se quedara. Pero mientras tanto, el mal del futbol mexicano seguiría repitiéndose de nueva cuenta: la falta de continuidad en los proyectos futbolísticos si es que Herrera hace sus maletas y sale por la puerta trasera del puesto más importante para un entrenador en nuestro país.