"Adaptación" es uno de los términos más utilizados en el fútbol mexicano cuando de extranjeros se habla. La altura, la gran variación de climas y (al menos  hablando de cuestiones futbolísticas) el ritmo de juego, son elementos que hace tan propicio hablar de adaptación en la Liga MX. Una gran cantidad de jugadores son ponderados por su adaptación, misma que les puede jugar en pro o en contra.

Cuando juega en pro, la situación no suele tomar la relevancia suficiente, al ser considerado que un jugador, en su papel de atleta de alto rendimiento y profesional, debe adaptarse rápido. No obstante, en México suele jugar mucho en contra también y es ahí cuando abre las puertas que permiten que existan jugadores con interminables oportunidades. Dichas oportunidades, combinadas con el "beneficio de la duda" (otro término del que se podría hablar), hacen que una gran serie de futbolistas se mantengan presentes en las nóminas de los clubes, sin siquiera haber demostrado que verdaderamente no se estaba perdiendo el tiempo con ellos. Es el "contra" el que entra en debate.

En el Puebla FC la adaptación no deja de ser una constante y la dramática situación que conlleva el "contra" tampoco. Recordando futbolistas extranjeros de estrepitoso fracaso con 'la Franja', Maicon dos Santos o Armando Wila bien pudieran sentir alivio de haber fallado por falta de adaptación y no por la verdadera razón: ser incompetentes para el fútbol profesional, al menos para el nivel con el que se cuenta en México. Édison Toloza o Iván Bella, por su parte, también podrían sentirse aliviados, dado que seis meses previos en territorio mexicano y seis más en la Angelópolis, tal vez pudieron no ser suficientes para permitirles demostrar que sí tenían mucho que aportar y que solo faltó un poco más de "beneficio de la duda" y "adaptación" para lograr sobresalir.

La realidad es que Puebla es el equipo que más movimientos hace cada receso futbolístico y, por consecuencia, es el que más tiene que aguantar "adaptaciones individuales" previo al inicio de cada competición. Por la misma razón, la moneda queda siempre en el aire e, incapaz de caer en el momento que debiera –la Jornada 1–, deja en "veremos" el juicio individual a dársele a cada uno de sus jugadores (al menos los extranjeros), porque estos no siempre están listos para debutar a la par con el club en un torneo y, dado que dolorosamente es una constante, hacen acelerar la impaciencia del aficionado que, muchas veces, se termina haciendo más crítico e impaciente con un jugador nuevo que, en teoría, no lo merecería.

Cristian Campestrini y Robert Herrera debutaron con los Camoteros en la Jornada 1. El arquero fue una de las figuras del club y ya se perfila para ser uno de los consentidos de la afición en el torneo. El defensa central no se vio tan bien como su compañero, pero sí tuvo la capacidad de lograr iniciar el torneo, justificando así su puntual llegada a la institución, misma que le permitió ser parte de la pretemporada y prepararse con todo el plantel en los juegos previos al arranque del campeonato.

Ezequiel Rescaldani, Ramón Arias e Isaac Díaz, aunque con una historia de pretemporada similar a la de sus otros dos compañeros, no pudieron iniciar el torneo con Puebla. Por tal cuestión, una primera fecha en donde estuvieron ausentes (salvo Díaz que entró de cambio 10 minutos), más una Jornada 2 postergada, les brinda la oportunidad de debutar con el club en la competencia liguera ya en la tercera semana. Y, tomando en cuenta que ya todos participaron en la Copa MX, parece que debieran estar listos para alinear, ahora sí.

Aunado a la ya expuesta problemática que padece 'la Franja' en cuestión de adaptación de sus foráneos, misma que requiere una rápida contradicción por medio de buenas actuaciones, será importante que los tres jugadores tomen acción de inmediato con la institución por dos cuestiones más. La primera y evidente, alusiva a que cada extranjero que no sea capaz de quitarle un puesto a un mexicano está haciendo que se desperdicie una plaza que pudiera ser ocupada por alguien que sí lo haga. La segunda, porque son posiciones muy puntuales en el desarrollo adecuado de un equipo y Puebla está ávido de competencia en ellas.

Arias viene a 'la Franja' para seguir siendo pareja de Herrera en la defensa central, luego de que ya compartieran posiciones en el campo en su antiguo club, Defensor Sporting de Uruguay. Díaz viene a confirmar la calidad de ‘9’ que lo hizo pertenecer a un grande de su país como la Universidad de Chile y Rescaldani viene a hacerle competencia al mencionado andino y también a Luis Gabriel Rey, los tres centros delanteros con los que cuentan los Camoteros y que, de estar en buen nivel, siempre serán sanos para la competencia interna del club.

Por lo pronto, la impaciencia generada por ver a los jugadores extranjeros del equipo blanquiazul, está en muy buen momento de ser apaciguada con buen accionar. Si bien no es óptimo no poder estar listo para las 17 fechas que compone un campeonato, estar listo para 16 aminora la negatividad de la situación. Entonces, Campestrini y Herrera ya están, y solo faltan los otros tres para, definitivamente, decir que Puebla tiene plantel completo, mismo que será de vital importancia en sus aspiraciones y búsqueda de sus objetivos.