La RAE define la palabra 'Magia' como el "Arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales".

En el fútbol, la pelota es la que manda, y no hay estadística que valga cuando los 22 en el campo comienzan a jugar. Sin embargo, es cierto que la superioridad existe este hermoso deporte, ya sea producida por diferencia en recursos, materia prima o por simple afán del destino. A esta superioridad marcada, podríamos acuñarle el término de "ley naturales". Y bajo ese sentido, se podría deducir que es ley natural que México derrote a El Salvador; nadie puede discutirlo.

Pero al igual que toda ley, siempre hay alguien que puede quebrantarla. Y como bien define la RAE, la Magia es una vía para hacerlo, como bien se pudo comprobar un 6 de noviembre de 1981, en El Salvador. Con la casaca 11 de los centroamericanos, jugaba un tal Jorge González, cuyo talento artístico/místico ya era bien conocido entre su gente, pero aún no en México. La Selecta y los Aztecas jugaban el Hexagonal Final de Concacaf rumbo a España 1982 en la cancha del Cuscatlán.

México tenía la encomienda de calificar al Mundial y borrar la mala imagen dejada en Argentina 78', por lo que ganarle a El Salvador significaba un golpe de autoridad muy necesario. Pero el Mágico tenía un truco preparado para aquel día, acto que tardó más de ochenta minutos en llegar, pero que quedó marcado como el paso más importante de El Salvador hacia su, hasta el momento, última participación en una copa del mundo.

Desde media cancha arrancaba el cuscatleco, y cual conos, evadió a toda la oposición mexicana hasta internarse al área y sacar un fuerte disparo que el portero azteca no pudo contener, propiciando que Ever Hernández empujara aquella bola al fondo del arco; pero qué va, la historia guardaría aquel tanto como uno del Mágico, tanto que también contribuyera para la no calificación de México a España 82', a la ruptura de la ley.

Ya en el Mundial, esa ley natural se hizo valer y El Salvador pasó con mucha pena y una pequeña gloria, la gloria de tener a uno de los mejores futbolistas del certamen... quizá de la historia, según cuentan quienes presenciaron sus maravillas con La Selecta y el Cadiz, entre ellos Diego Armando Maradona, quien aseguró que el Cuscatleco era mejor que él.

Hoy el momento de El Salvador es muy distinto, con distintas problemáticas, no se ve por dónde los centroamericanos puedan vencer a México. Pero bueno, habrá que estar atentos, últimamente el cumplimiento de la ley natural se le complica a México, y quién sabe, quizá el heredero del Mágico ya se forja para escribir una nueva historia.