Hoy inicia un nuevo proceso eliminatorio, todo es igual que hace algunos meses: mismos objetivos, mismos jugadores, mismos medios de comunicación, misma afición, ligeros cambios en la dirigencia de Selecciones Nacionales, pero básicamente todo es igual; excepto la dirección técnica, aquí es donde esperamos ver algo diferente, algo innovador, algo que refresque nuestro representativo nacional, que lo haga competitivo, agresivo, agradable, ordenado y sobre todo ganador.

Toda la preparación y experiencia que ha obtenido Juan Carlos Osorio se pondrá a prueba en un medio futbolístico donde se exige resultados inmediatos y existe poca paciencia y más aún cuando las discusiones iniciaron desde el tema de su contratación por una supuesta falta de méritos para presidir el puesto.

Habrá un cambio que va a ser notable, creo yo, porque estamos ante un DT que se ha preocupado no sólo por dirigir donde sea y como sea, sino que ha tratado de hacer algo más, de capacitarse en los mejores lugares, aprender de las mejores ligas, de conocer diferentes culturas y costumbres y de dirigir en organizaciones ambiciosas e importantes.

Todo este proceso lo llevó a tomar la decisión de dejar a uno de los mejores equipos del orbe y buscar a toda costa estar en el área técnica en un partido mundialista y nunca dudó que con México está posibilidad es muy grande.

Lo que sí veremos, estoy seguro, es a un técnico que sabe manejar y mantener estable el vestidor, que trata bien al jugador, que su conocimiento y experiencia la demuestra dentro y fuera de la cancha, pero sobre todo veremos a alguien con clase.  

Ojalá que los resultados positivos lleguen pronto y pueda posicionar a nuestra Selección de regreso a los primeros planos.