El torneo ha terminado para Cruz Azul y no de una manera pertinente. Una época amarga es la que vive el equipo dirigido por Tomas Boy, y toda su afición, que una vez más ha quedado sin opciones de clasificar a la Liguilla del futbol mexicano, y llegará a 18 años sin levantar un título en Liga.  

Fue en el invierno de 1997 la última vez que Cruz Azul quedó campeón después de vencer al León con un final dramático que paralizó a la afición trás el gol de Carlos Hermosillo en tiempos extras.

Ocho títulos es lo que lograron obtener antes de su supuesta "maldición", la directiva encabezada por Guillermo Álvarez ha intentado con 13 técnicos, que dieron 27 Liguillas y cinco finales sin éxito. Tanto jugadores como directivas y afición han visto cómo otros equipos del futbol mexicano los superan en trofeos ya levantados y colocados en sus respectivas vitrinas. No queda nada de aquel equipo campeón de Luis Fernando Tena.

La molestia de sus seguidores está presente y la mayor se desató en el 2013, cuando la afición celeste invadió la cancha del Estadio Azul tras una derrota ante Toluca. A partir de ahí, la directiva tomó medidas reduciendo al mínimo de integrantes a la barra Sangre Azul, que tanto acompañó al equipo por todo el país.

Cruz Azul ha invertido en 65 jugadores extranjeros entre ellos, argentinos, chilenos, peruanos, colombianos, brasileños, paraguayos, hondureños, uruguayos, un boliviano y hasta un camerunés. Incluso, en este semestre, el equipo contrató a cinco refuerzos extranjeros, pero tampoco hubo cambio alguno.

Antes de que éste último torneo comenzara y se anunciara la llegada del Director Técnico, Sergio Bueno, a la institución, sabiamos que Cruz Azul sufriría de más. Quedarse sin Liguilla no era un hecho al 100%, pero no obtener la novena estrella prácticamente sí lo era.

Las cosas lamentablemente no cambiarán hasta que Guillermo Álvarez, Carlos Hurtado y tantos otros, incluyendo a sus directores deportivos acepten que no pueden manejar a Cruz Azul y renuncien. Hasta entonces seguiremos viendo al mismo equipo que fichará de última hora y renovará a jugadores que están bien pagados pero no ayudan en nada y su aporte sobre la cancha es raquítico.

A nadie le gusta sufrir, y la gente celeste no va a seguir aguantando tantos errores, que al final son ellos los que terminan pagándolo sin merecerlo.