La derrota ante Veracruz sentenció el fin del Apertura 2015, un torneo bastante irregular para Monarcas Morelia; era difícil imaginar que luego de un arranque como el que tuvieron, iban a quedar fuera de los 8 primeros, con problemas porcentuales serios y sin duda, aquella racha negativa en el Estadio Morelos, donde solo se obtuvo la victoria en dos ocasiones, contra 5 derrotas y un empate, terminando con apenas 7 puntos en casa.

En medio de todos los resultados desfavorables que se vivieron en El ‘Coloso del Quinceo’, se asoma uno en particular, que fue de lejos, la peor derrota en condición de local para ‘El Equipo de la Fuerza’: la goleada de 0-3 frente al América.

Un rival que se ha dado a odiar por la afición rojiamarilla, dada en un momento donde los resultados no se le daban a los pupilos de Enrique Meza que, por si fuera poco, ya arrastraban una seguidilla de 5 juegos siendo superados por sus oponentes en Liga.

Lo acontecido ese compromiso, correspondiente a la novena jornada del campeonato, fue un duro golpe en la rivalidad que cargan ambos, en el conocido Clásico del Periférico.

Tras una primera mitad dominada en inicio por los capitalinos, para posteriormente alternar el control al bando michoacano, ambos salieron en paridad, sin tantos al segundo tiempo, en el cual ‘Las Águilas’, recuperaron el esférico para rápidamente ponerse arriba.

La primera anotación vino por parte de Andrés Andrade, que con una vistosa definición, finiquitó una gran jugada colectiva entre Michael Arroyo y Oribe Peralta, para adelantar a la visita y plasma mejoría en el terreno de juego, en ya 69 minutos disputados.

Posteriormente llegaría el propio ‘Cepillo’ Peralta al 74’ y 75’ para sentenciar con su doblete el holgado triunfo de los de Coapa, en un par de desconcentraciones por parte de la zaga purépecha.

Es duro para la institución y la gente recordar este resultado, pero resulta más desconsolante, saber que fue una de varias en el semestre, que a raíz de eso no solo se encuentran fuera de la Liguilla, sino que tienen un margen de error mínimo para el clausura 2016, en el cual se espera se haga sentir su hogar como una fortaleza.

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