A media semana Atlante salió con una ligera ventaja de casa, pero con más tranquilidad que su rival, luego de vencer en el Andrés Quintana Roo con tanto del goleador Carlos Garcés, parecía que el ‘Potro de Hierro’ podría complicarle las cosas a los Bravos.

Atlante arrancó el encuentro con dos cambios en su planteamiento táctico que mostró en el duelo de Ida, Jimmy Bermúdez y Carlos Cauich se quedaron en la banca, para dejar en su lugar a Enzo Prono y Ernesto Reyes, buscando darle más ofensividad al equipo.

Por su parte, Juárez de igual manera hizo un cambio a su esquema, dejando fuera a Marco Tovar, quien fue relevado por Gael Sandoval, de igual manera con la mentalidad puesta en remontar lo más rápido posible el marcador.

El nazareno hizo sonar la ocarina y de manera inmediata comenzaron a vibrar las emociones en el inmueble fronterizo ante poco menos de 20 mil almas, apenas al minuto cinco, el cancerbero Vázquez Mellado mandó un trazo largo que contactó Leandro Carrijo, desviando la redonda a Wenderley De Jesús, quien se sacó la marca del defensa y de pierna zurda fusiló al arquero Ruíz que solo vio entrar la redonda al fondo de su arco.

Tras el empate global, los de casa siguieron en busca del gol que les diera la ventaja, fue al minuto treinta, cuando Ruíz cometió un grave error, pero que gracias a que el ‘Chore’ Mejía no pudo darle dirección a sus disparo, el balón se fue lejos de las redes blaugranas.

El silbante pitó el fin la primera mitad, dejando el grito de gol ahogado en más de una garganta.La más clara de los de la península llegó minutos antes de acabar el primer lapso, con una jugada de táctica fija que contactó el capitán, Juan de la Barrera con testa, haciendo vibrar el travesaño, de inmediato, el autor del primer gol de la tarde se encontró con la esférica y de pierna izquierda hizo retumbar el poste izquierdo.

Para la segunda parte de la historia, ni Orduña ni Fentanes hicieron cambios en su accionar, dejando que los mismos que terminaron la primera mitad arrancaran el segundo tiempo.

Apenas a un minuto de haber dado inicio, de nueva cuenta los de casa agarraron dormidos a su rival y tras un fuerte disparo por la banda derecha, Gael Sandoval buscó recepcionar el balón dejándolo sin egoísmo para Edgar Mejía quien sin pensarlo dos veces soltó un zurdazo que se incrustó al fondo de las redes atlantistas.

El segundo de los Bravos se marcó de manera inmediata para los de casa, quienes de nueva cuenta aprovecharon los primeros minutos dela segunda mitad para ahora si irse al frente en el global y buscar manejar el partido de una mejor manera y a su conveniencia.

Con la ventaja de los de casa, Fentanes comenzó por hacer cambios al frente, hombre como Carlos Cauich y Allam Bello entraron al campo de juego buscando revertir la situación, sin embargo, el morelense Orduña, de igual manera buscó afianzarse en el marcador, sin descuidar la defensa del equipo.

Los minutos seguían transcurriendo y el juego se convirtió en una ida y vuelta por parte de ambos equipos, quienes no lograban ni descontar ni aumentar los goles hechos.

Fue al 78, cuando Wenderley de Jesús mando la pelota a los pies de Carrijo, quien ante la marca de Juan de la Barrera fintó irse a la derecha para tomar el camino contrario y con la pierna derecha, mandar un soberbio disparo que nada pudo hacer Ruíz para que evitar que la pelota se fuera al fondo de las redes.

Al 89, Atlante logró hacer presencia en los cartones, luego de una fuerte barrida de Allam Bello sobre Eder Pacheco que significó una roja directa, yéndose temprano a las regaderas y disputando menos de 20 minutos en el partido.

Para los minutos finales, Atlante no bajo los brazos y siguió luchando por empatar el global, por su parte los Bravos hicieron su juego, teniendo el dominio de la redonda hasta el silbatazo del árbitro, quien llegado el momento pitó el final del encuentro y con ella decretó el primer campeonato de Juárez.

Con tres golazos y ante un estadio completamente lleno, los fronterizos se coronaron campeones del Balompié de Plata del Futbol Mexicano.

Siete meses necesitó Juárez para ponerse los reflectores encima, siete meses de trabajo para poner pie y medio en el máximo circuito.

¡Enhorabuena para los Bravos de Juárez!