Diciembre, mes de armonía, paz y deseos. Diciembre, mes en el que festejamos la Navidad, mes en el que nuestros corazones se hacen un poquito más bondadosos. Diciembre, mes en el que nuestros deseos se hacen más fuertes…

En esta época del año todos abrimos nuestros corazones confesando nuestros deseos, si bien a partir de la adolescencia dejas de creer que Santa Claus o el Niño Dios te van a dejar algo bajo el arbolito de navidad, posteriormente esos anhelos se van convirtiendo en algo más espiritual. Es decir, nuestros deseos ya no son tan materiales, del todo.

Pero hablemos de la pasión que compartimos: fútbol. Más precisamente sobre nuestro querido ‘Rebaño Sagrado’. En estas fechas me sigue preocupando mi equipo y la situación del descenso que nos persigue desde hace tiempo atrás. Es imposible dejar de pensar en esas cosas, aunque se ha notado una gran mejoría en el equipo desde que llegó nuestro pastor Matías Almeyda, las cosas aun no van bien del todo. Y sí,  ganamos la Copa MX lo cual fue excelente, pero no es suficiente.

En lo que Chivas se debe de enfocar ahora es en ganar un título en la liga, eso es lo que los rojiblancos deseamos con todo el corazón, tener la oportunidad de ver a nuestros jugadores favoritos levantar ese trofeo que signifique haber alcanzado la gloria. Y decir con orgullo que nuestro equipo es el campeón de la temporada. Volver a jugar con el alto nivel de aquellos viejos tiempos.

Yo como eterna seguidora del Club Deportivo Guadalajara deseo un título más en la liga, ser feliz con esos momentos de magia. Para así recobrar nuestro lugar como el más grande de México, orgullosamente jugando únicamente con mexicanos, como debe de ser. Y aunque no pase pronto, yo estaré alentando a mi equipo siempre, pase lo que pase. Mi amor por Chivas no lo borrará nadie.

¡Feliz Navidad, Chiva-hermanos!