El Club Deportivo Guadalajara logró salvarse del descenso y llegó a los cuartos de final del Torneo Clausura 2016 de la Liga Bancomer MX donde se enfrentó a las Águilas del América en el partido de ida, quedando el marcador 0-0. El hecho de que Chivas se enfrentara a su máximo rival del futbol mexicano representó la oportunidad de conseguir la revancha, puesto que la última vez que se desafiaron fue el América quien obtuvo la victoria.

Este año Chivas celebró su 110° aniversario y los Azulcremas están por celebrar su centenario. Para los Rojiblancos es la ocasión perfecta para obtener la revancha y arruinar el año de su tan odiado contrincante. 100 años de historia van a cumplir, algo que se debe de festejar a lo grande, que su eterno odiado rival les amargue el año con la victoria podría arruinarles el festejo.

La meta del ‘Rebaño Sagrado’ no es directamente el desmantelar la celebración del conjunto de Coapa, sino el conseguir el pase a semifinales para así demostrar que han conseguido mejorar dejando atrás los problemas que habían demostrado con anterioridad. Aunque para conseguir eso en definitiva devastarían la felicidad del Club América en su año, por otra parte, eso terminaría por sellar la confianza de los aficionados rojiblancos que han permanecido fieles a su equipo.

En cada Clásico Nacional se siente la euforia y pasión tanto por parte de los aficionados como por los jugadores. Es el partido que no se pierden los amantes del futbol mexicano, aunque no sean de su agrado ninguno de los dos equipos, ya sea por curiosidad o gusto. Siendo un partido de liguilla se disfruta aún más, el entusiasmo es el doble, ya que además del orgullo uno de los equipos se dará el lujo de eliminar a su odiado rival de la fiesta grande.

El equipo que gane terminaría con las ilusiones del otro, se juega el pase a las semifinales y sobre todo el orgullo.