Esta noche en el Estadio Azteca se pronosticaba un gran encuentro, América-Morelia siempre ha dado partidos de que hablar, no sólo por la rivalidad de las televisoras, además, han dejado buenos duelos futbolisticamente hablando.

Al inicio de las acciones se veían dos equipos que buscaban tener la pelota, los purépechas basados en el medio campo querían hacer pasar un mal rato a la zaga de los azulcremas.

Las águilas mostraban en los botines de Darwin Quintero, que el peligro sería latente para Felipe Rodriguéz, sin embargo, no pasaba de simples centros que eran desvíados o atrapados por el cancerbero.

El cuadro de Enrique Meza no estaría de brazos cruzados por lo que trataban de llegar lo más pronto posible al arco de Moisés Muñoz, eso sí, sin peligro alguno.

Pasabámos los veinte minutos y sólo se veían disparos de media distancia por parte de Paul Aguilar y Darwin Quinetro que iban por encima del arco visitante.

En el segundo lapso del primer tiempo, el América se veía más decidido, Silvio Romero quería hacer explotar las redes, pero Rodriguez se lo impidió una y otra vez. Terminó la primera parte y el gol no se aparecía en Santa Úrsula.

El segundo tiempo mostraba un nivel mejor comparado con los 45 minutos anteriores, el juego físico comenzó a tener mayor protagonismo y cada balón parado tenía síntomas de peligro latente.

Fue justamente en un tiro de esquina al minuto 60 que llegó Bruno Váldez y con un gran remate de cabeza anotó para el cuadro de Coapa, 1-0 y quedaba media hora de emociones.

Los visitantes no bajaron los brazos, el juego físico siguió haciendo su parte, el América no mostraba un gran domino, pero eso mismo le dió fuerza a los monarcas en el último lapso del partido y fue gracias a una jugada colectiva que termina en un gran cabezazo de Jorge Zárate para igualar los cartones. Estabámos 1-1 y diez minutos de adrenalina garantizada.

Los de coapa buscaban la victoria, Ibarra, Arroyo y Martínez eran los más activos, pero no veían por dónde conseguir el triunfo, los purépechas mostraban un gran orden defensivo.

En los últimos minutos los Monarcas tuvieron el triunfo, pero un pólemico fuera de lugar se los evitó dejando así un gran empate en el Estadio Azteca. 

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Sobre el autor
Gerardo Cano
De la tierra del camote. El fútbol no lo llevo en las piernas, lo llevo en el corazón.