En un suceso que seguramente no tendrá precedentes, se vislumbra que la entrada en el Estadio Cuauhtémoc, para el partido donde Puebla recibirá a América, contará con una dramática mayoría del visitante que, si bien no será novedosa, tomando en cuenta el crecimiento del aforo del estadio, sí será la más apabullante en el paso de Puebla por la Primera División.

Son dos factores primordiales los que año con año hacen que el suceso tome partido. En primera instancia, el hecho de que la afición del equipo popular en cuestión, tiene que hacer un único gasto anual para ver a su equipo jugar en su ciudad, en comparación con los 17 que tendría que hacer el aficionado local. En segunda, que la inminente subida de precios que casi cualquier club del fútbol mexicano aplica cuando vienen los equipos de arrastre, hace menos factible que mucha afición local se anime a asistir.

El Cuauthémoc tendrá una entrada tristemente histórica

Aunque estos podrían ser considerados los factores ‘naturales’ que no son un mal propio de la ciudad de Puebla, sino de la Liga MX en general, la gran realidad es que el presente poblano agrega aún más factores que, ahora sí, son exclusivamente achacables al mal momento de los Camoteros, tanto a nivel directivo, como a nivel futbolístico.

Sin necesidad de seguir haciendo leña del árbol caído, en un panorama en el que de sobra se sabe que han sido acumulativos los errores a nivel directivo y que estos de manera tajante han alejado a un importante sector de la afición, son los resultados deportivos los que deberían sacar a flote al Puebla y tampoco están dándose en este inicio del torneo.

Si Puebla aquejó malas entradas desde el inicio y ahora, tras cinco jornadas de participación, apenas acumula cinco puntos de 15, es –con mayor razón– poco factible pensar que la afición busque su regreso a las tribunas, sobre todo para este partido contra América en donde los mencionados ‘factores naturales’ de por sí invitan a no ir.

Los resultados no llegan y Puebla regala muchos minutos en sus arranques

Aunque hay que recalcar que Puebla no es alarmantemente malo en sus accionares semanales, queda claro que de buenas intenciones no se nutre el crecimiento y éxito de ningún equipo que quiera aspirar a cuestiones importantes. La gran realidad del asunto es que los Camoteros desperdiciaron, por segunda semana de visitante consecutiva, un gran trecho de su primer tiempo y solo decidieron reaccionar cuando se vieron abajo por dos goles en el marcador.

Ahí, tanto con Querétaro como contra Atlas, hubo aspiraciones de empate, pues en ambos encuentros Puebla comenzó a buscar la portería rival y se manifestó con peligro al grado de acortar la diferencia en el marcador. Acá la pregunta sería: ¿por qué esperar hasta verse abajo por un par de goles para reaccionar? Es importante revertir la situación; si Puebla está demostrando que sabe cómo encontrar la portería rival, sería vital comenzar a hacerlo desde el inicio y no solo cuando el marcador se ve difícil de revertir.

A revertir en casa, ante un rival que puede cambiar el rumbo

Ahora se viene el mencionado América. Y Puebla, aun cuando tendrá a la afición de su estadio en contra, deberá priorizar con lo que pase en la cancha y obtener obligatoriamente los tres puntos. Después de tres semanas en las que apenas se consiguió uno, no hay pretexto para evitar buscar hacerlo.

América cuenta con un plantel muy vasto, un proyecto que ha ido creciendo, resultados que lo mantienen como un equipo que funciona adecuadamente y a esto se le agregará una afición que lo apoyará en mayoría el domingo. A toda esa adversidad se tendrá que enfrentar La Franja para buscar el resultado favorable.

Es cierto que el panorama no pinta ni remotamente favorable. Pero son este tipo de factores los que podrían permitir a Puebla salir de su primer bache desde que el equipo está al mando de Ricardo Valiño y a partir de ahí comenzar a proyectar al equipo a los puestos importantes en la liga.