Después de 6 jornadas en el Ascenso MX donde la 'Jaiba Brava' no logró ninguna victoria, la afición celeste explotó con criticas hacia la directiva del TM Fútbol Club, donde los señalaron de no poder llevar el control deportivo del equipo ante la mala situación.

Al culminar la jornada 6 ante Cimarrones FC, durante la conferencia de prensa se habló de una reunión del hasta ahora DT de los celestes Miguel García con la directiva del club, en donde se analizaría su futuro en el timonel celeste.

Dos días transcurrieron para que se anunciara lo que es hasta el momento el primer cambio en la estructura organizacional, en donde se integra el Lic. Javier San Román Celorio a la Presidencia del TM Fútbol Club, quedando a la par con el ahora Director General Guillermo Macías.

Fue aquel diciembre de 2014 cuando el mismo Javier San Román como Presidente de Grupo Tecamachalco adquirió la franquicia del Tampico Madero y comenzó a invertir en el fútbol de la zona sur de Tamaulipas, logrando en 2015 armar un equipo bastante competitivo y forjando además una gran conexión con la afición, para el 2016 el éxito de la 'Jaiba Brava' creció, culminando con un campeonato en la Segunda División. 

Foto: Somos Jaibos

Previamente a la integración de la 'Jaiba Brava' a la liga de Ascenso MX, Grupo Tecamachalco une esfuerzos con Grupo Orlegui Deportes, en donde se designan nuevos directivos a cargo del ahora TM Fútbol Club, continuando Javier San Roman como Presidente de Grupo Tecamachalco pese a su interés por la presidencia de la 'Jaiba Brava', club hacia el que en diversas ocasiones ha manifestado su cariño y que apartir de ahora podrá hacerlo fungiendo como presidente.

Foto: Somos Jaibos

Sin embargo, habrá que esperar cuáles serán las primeras decisiones del ahora Presidente del TM Fútbol Club quien llega en condiciones similares a aquel 2014,  en donde el equipo no demostraba cómo poder sacar resultados, en esta ocasión contará con un plantel con experiencia en categorías inferiores que necesita orden y una filosofía de juego para poder enderezar el camino en una división con mayor exigencia, antes de que sea demasiado tarde.