Ya ha pasado un centenar de años desde aquel afortunado 12 de octubre de 1916, cuando surgió el club que a lo largo de la historia desata grandeza, polémica, odio, amor, soberbia, una historia digna de transmitir.

Pueden existir miles de amores en un vida, pero el único que será para siempre se llama América; probablemente mucha gente no entiende este sentimiento, probablemente mucha gente no esté de acuerdo. Yo lo entendí desde la primera vez que te vi jugar, desde entonces me quedó claro que este escudo, que estos colores serían mi elección, una decisión que se convirtió en un estilo de vida, sabía que no me equivocaba, que no me arrepentiría.

El fútbol va más allá de si se pierde un juego o un campeonato, porque en este deporte la lealtad es primordial, y esta institución la recibe de manera inigualable. El ambiente que se respira en uno de los estadios más imponentes, pletóricos, grandes en el mundo, es indescriptible; el coreo de un: "vamos, vamos América, que esta noche, tenemos que ganar" por toda la afición en cualquier cotejo que se dispute es placentero para los oídos.

Qué hablar de historia, de récords, me ha tocado vivir a tu lado muchos de ellos, de esos que se presumen, las proezas, un equipo repleto de cuentos de hadas que siempre tiene los momentos perfectos: cómo olvidar la noche triste para los brasileños en Maracaná, qué me dices del 'Misionero' remontando la final a Necaxa, ¿y de la final del 83-84 cuando le diste la vuelta con un hombre menos a Chivas?, pero qué tal la final de Copa Interamericana que se le ganó a Boca Juniors. ¡Espera!, aquel 26 de mayo de 2013 ante Cruz Azul con todo en contra y como un mago saca de su sombrero un conejo, Moisés se encargó de iniciar a bordar otra estrella más, de aquí siguió la 12 en el Azteca contra Tigres, yendo abajo, pero con un Michael Arroyo en plan grande que nos convierte como el más ganador en México. Y si seguimos con la lista te aseguro que no acabamos, así de grande la historia, así de grande América.

Que, si me ha tocado pasar momentos difíciles contigo, claro, pero nunca te abandoné. Esos también cuentan, pero se hace con las manos a diferencia de tus éxitos sea como sea acaparando siempre las portadas de todo periódico. Tienes la facilidad de sorprendernos en momentos complicados; y para el equipo más grande del país corresponde tal establecimiento como el Coloso de Santa Úrsula mencionado atrás, tierra donde alguna vez se mostraron los mejores jugadores del planeta, donde los gritos y abrazos de gol quedan plasmados, donde se transforma a un fortín cada que se afrontan fases eliminatorias de cualquier torneo, pero lo más importante que ha presenciado levantar muchos de los 32 trofeos a las 'Águilas'.

Miguel Zelada, Chávez, Guillermo Ochoa, Isaac Terrazas, Tena, Enrique Borja, Zague, Cristóbal Ortega, Carlos Reinoso, Kalusha, Biyik, Daniel Brailovsky, Claudio López, 'Bam bam' Zamorano, 'Negro' Santos, Cuauhtémoc Blanco, Christian Benítez, Salvador Cabañas, la lista es enorme de los artífices que han escrito a puño y letra con talento, con dedicación, con aprecio y amor al azulcrema. Jugadores que han tocado la gloria pisando Coapa y que se ganaron el título de ídolos entre masas.

Y vendrán cien años más y vendrán nuevos directivos, nuevos jefes, nuevos jugadores, pero el escudo, el nombre, la institución, serán los mismos, los mismos que reúnen millones de aficionados, los mismos que nos alegran, nos enojan, sacan lágrimas, los mismos que amamos por los que vamos al estadio, porque van por encima de cualquier cosa en este club, donde no existen límites.