Este domingo, América enterró un mal que lo atormentó durante 365 días. El equipo más ganador del futbol mexicano viajó a Japón con la encomienda de borrar la imagen dejada en la pasada edición del Mundial de Clubes. Otro descalabro en el amanecer del campeonato internacional sería catastrófico, había que avanzar de ronda como se pudiese. Y fue así. 

La escuadra dirigida por Ricardo Antonio La Volpe llegaba al cotejo frente al monarca del balompié asiático con la etiqueta de favorito, no obstante, la plantilla del cuadro azteca parecía fuera de ritmo en los primeros minutos del compromiso. Imprecisión en los pases y hasta cierto nerviosismo y tensión se apreciaba en algunos elementos azulcremas, sobre todo en los zagueros sudamericanos. En cambio, Jeonbuk Hyundai Motors priorizó el órden táctico y esperaba al América de medio campo hacia atrás, cortando espacios y dificultando le generación de juego de los emplumados.

Fue al minuto 23 con base a velocidad que los orientales diseñaron la jugada que derivó el primer tanto del encuentro. Won-Jae Park llegó a línea de fondo y tiró una diagonal retrasada para que Bo Kyung Kim rematara de primera intención; el mediocampista cruzó su disparo y batió de gran manera a Moisés Muñoz. Los fantasmas del choque ante el Guangzhou Evergrande rondaban en Osaka, Japón.

Un gran disparo de Silvio Romero que se estrelló en el travesaño y una oportunidad que dejó ir Pablo Aguilar frente al marco impactando sin dirección fueron las opciones más claras del América luego de verse abajo en el tanteador. Así nos fuimos al descanso.

La Volpe era consciente que su equipo necesitaba un cambio táctico y en nombres. Apostó por José Daniel Guerrero y Michael Arroyo iniciado el segundo tiempo, dejando una formación 4-4-2. Esto le dio buenos dividendos en menos de 15 minutos, ya que Michael Arroyo envió un extraordinario servicio que Silvio Romero remató con la cabeza para igualar el registrador

A esa altura del emparejamiento, la supremacía de las Águilas era evidente y se terminó reflejando en la pizarra al minuto 74. Volvió a aparecer el fichaje estelar del club mexicano para este semestre. El Chino Romero se encontró con un balón dentro del área y sin pensarlo dos veces sacó un disparo que rozó un adversario y esto fue determinante para que la pelota besara nuevamente la red. Se desató la locura de la afición americanista que acompañó a los suyos.

El timonel azulcrema regresó a la línea de cinco para amarrar la victoria y aunque los de Coapa finalizaron metidos en su propia área y pidiendo la hora, consiguieron el resultado que los cruzará frente al Real Madrid, manteniendo vivo el sueño de convertirse en el primer conjunto mexicano en conquistar dicho certamen y, a su vez, vencer al que es considerado hoy en día el mejor club del mundo.