Tal parece que el conjunto americanista ha agarrado las ideas principales de Ricardo La Volpe para convertirlas en la nueva manera de jugar, pero se estaban tardando en hacerlo.

El argentino llegó a Coapa para imponer su filosofía, y tardó más de un torneo y cuatro partidos de este Clausura 2017 para ver reflejado lo que vende, que es avanzar con la pelota controlada hasta la línea de meta contraria.

Las jugadas que preceden ambos goles contra Morelia este fin de semana indican que ahora sí quieren tocar la pelota como lo manda el argentino, ahora sí tienen ganas de avanzar con balón en los pies y, sobre todo, buscar siempre la mejor opción y no siempre es la individualidad.

Aún me quedo con el gesto de Darwin Quintero cuando Cecilio Domínguez empuja la pelota en el primer tanto, el colombiano pensó que la pelota entraba por sí sola a la línea de meta pero nunca se percató que si su nuevo compañero no le pega, el portero tenía alta probabilidad de sacar ese balón.

Y ese es uno de los principales problemas, y podría decir que argumentos, por los cuales la directiva que encabeza Ricardo Peláez había elegido ponerlo transferible este mismo torneo, en los fichajes de invierno, no obstante, por alguna razón, nadie hizo una oferta contundente por el ex jugador de Santos y eso dice mucho de la imagen que tienen los demás equipos, técnicos y compañeros de profesión de alguien que juega cuando quiere, comparte los balones cuando quiere y tiene sus mejores habilidades cuando así lo cree pertinente.

El acierto hasta ahora que resulta Cecilio Domínguez para las Águilas es de las contrataciones que darán de qué hablar como lo hicieron el torneo pasado los chilenos de otros equipos, así como Eduardo Vargas, quien también es andino, pero que todavía no demuestra su nivel con los Tigres.

Tiburones Rojos

Los que andan bien y parece que están tomando buen ritmo son los escualos. El equipo jarocho está demostrando que jugar el descenso de la manera correcta, con la intensidad adecuada da como resultado alejarse poco a poco de la zona roja e incluso jalar a otros, como el Puebla, para así llegar hasta puestos de liguilla.

Carlos Reinoso vendió una idea al dueño del Club, Fidel Kuri Grajales, éste la compró junto con más de una docena de refuerzos esta temporada de todas las nacionalidades y edades, por lo que algo tenía que pegar y así lo ha hecho.

Sin duda, los Tiburones Rojos no se van y Fidel Kuri es el primer interesado en ello tras declarar que ahora no quiere llevarse la franquicia de Primera División y que está arraigada en el puerto de Veracruz.