Es vox populi que no sólo los Rayos, sino los equipos de Alfonso Sosa se han caracterizado por preponderar el orden defensivo, de armarse de atrás hacia adelante, y de sumar hombres a su última línea cuando no se tiene posesión del esférico. Hombres como Mario de Luna y Marcos González son clave en el accionar del equipo, y este último es hasta su capitán.

Incluso, en la Liga de Ascenso, se caracterizaba por eso, ya que fue la segunda mejor defensiva del Clausura 2016, mientras que mantuvo esa inercia y fue la tercera mejor defensiva del certamen anterior. Además, en Leones Negros, el problema de los tapatíos radicaba en su poca puntería al frente, ya que abajo solían ser una muralla.

Entonces, ¿qué ha pasado este torneo que es exactamente todo lo contrario? De ser la tercera mejor defensa a ser la segunda peor (empatado con Puebla y Pumas). Sólo el sotanero León está peor que Necaxa en goles encajados. ¿Acaso la defensa ya no realiza bien sus recorridos? ¿El planteamiento de Sosa es fácil de descifrar, o peor aún, de contrarrestar?

Es alarmante cómo un equipo que recibió solo 17 goles el torneo pasado (1 por partido), esté a 4 goles de igualar esa marca faltando 9 partidos de temporada regular. 13 tantos para promediar 1.62 goles encajados por encuentro, un promedio alto para un equipo que parece querer volver a meterse de lleno en la pelea por el descenso.

Algo deberá ajustarse, ya que es un hecho que cambiar a Beckeles por Meza no funcionó, y los centrales parecen que han perdido cierta química, y se nota falta de coordinación en la zona baja, además de que no existe un sustituto real de Jairo González, y por lo demostrado en la Copa, tampoco hay mucho hacia donde voltear en la banca.

Necaxa deberá replantearse lo realizado hasta ahora y analizar a fondo qué es lo que está haciendo mal y lo que dejó de hacer. De seguir así, el único sello que caracterizaba a los equipos de 'Poncho' Sosa, se verá dilucidado por una endeble zaga.

VAVEL Logo
Sobre el autor