En sábado de futbol y en el regreso de éste a la ciudad, León perdió y confirmó que es el equipo más débil de la Liga. Los autores de la obra fueron los Diablos Rojos de Toluca, en un duelo de remontadas que tuvo además como ingrediente extra el fallo arbitral en uno de los goles del local. La crisis es cada vez más fuerte en el bajío y la paciencia se acabó en la afición.

Partido de dominio alterno se pudo observar en la cancha del Nou Camp, con dos equipos que proponían de atrás para adelante y cedían pocos espacios. Sin embargo, fueron los Diablos quienes pegaron primero; en pelota parada, Rodrigo Salinas cabeceó para vencer al arquero y abrir el marcador. Antes de esto, no se observaron muchas acciones de peligro.

León demostró porque es el colero del torneo

El golpe caló en la Fiera y fue por eso que decidió soltarse e ir un poco más adelante, algo que rindió frutos al 40’, aunque eso sí, con mucha polémica. En un centro, Burdisso se levantó y mandó remate picado, que fue desviado por Mauro Boselli con la mano, tras serie de rebotes, situación que el silbante no apreció y por ende decretó el empate de la Fiera.

Con empate a uno se fueron al descanso. No obstante, la pizarra nuevamente se movería apenas iniciado el complemento, al 47’, y es que Fernando Uribe, con nuevo remate con la testa, perforó las redes de un enardecido William Yarbrough que intentó motivar a su equipo, pero que era atacado por los atacantes choriceros.

Burdisso daba esperanza

Una vez más los Esmeraldas no tardaron en responder, ya que pasaron diez minutos para que volvieran a emparejar el cotejo. Esta vez al 58’ fue Guillermo Burdisso el encargado empujar un re-centro de Novaretti en jugada de balón parado. El gol motivó al local, que mostró nuevamente las ganas de atacar a un ordenado cuadro de Cristante.

El tercer tanto toluqueño pudo haber llegado casi a los 80’; Fernando Uribe picó dentro del área y remató de primera, solo y con la posición a su favor, muy desviado del marco de Yarbrough. Torrente quiso responder, enviando al ‘Gullit’ Peña al terreno de juego, quien por cierto cada vez es más abucheado.

Fue Cristante quien, en cuestión de cambios, tuvo mayor ganancia. Apenas haciendo su ingreso, Antonio Naelson ‘Sinha’ se encargó de orquestar una jugada en tres cuartos de cancha y terminó por dejar solo, con gran pase a profundidad, a Jesús Méndez, quien sólo se encargó de fusilar al meta esmeralda. Era el 3-2 al 83’.

El tiempo no se detuvo y fue el que determinó la diablura de Hernán Cristante y su escuadra en León, lugar donde la paciencia ya no existe y los abucheos predominan en el inmueble. Se agrava la crisis esmeralda y hay incertidumbre por saber qué va a pasar. Pésimo momento para Torrente, directiva y compañía.