Solamente después de la agresión de Miguel Herrera a Christian Martinoli había visto tal vehemencia por defender al técnico de la Selección Nacional mediante redes sociales. Recuerdo a los hermanos Dos Santos que salieron a decir que son familia, entre otros pocos.

No obstante, parece que se enganchan con las personas equivocadas. Quienes critican a los jugadores tienen un espacio en los distintos medios de comunicación. Háganselo saber directamente. Póngale nombre y apellido a esas indirectas que lanzan.

Quienes le gritaron de todo a Juan Carlos Osorio eran menos de 10, por favor, no exageren. No hubo 100 o 200 personas esperando al colombiano en el aeropuerto de la Ciudad de México. No es el Estadio Azteca, todavía, el que pide su salida de la Selección Nacional. El cafetalero no ha sentido, aún, que le griten el nombre de otro técnico mientras está en el banquillo de México. No lo exageren.

Javier Hernández, Diego Reyes, Oribe Peralta, más los que se sumen, se subieron al barco para defender a quien creen que es una buena persona en formas y emociones. Son SUS jugadores, porque a pesar de que Reyes tuvo la mejor de sus temporadas en Europa, no justificó su presencia en la Copa Confederaciones.

Javier Hernández es el máximo goleador de la Selección Nacional y su mentalidad es lo último que se discute, aunque, como lo he dicho siempre, no le llega ni a los talones a lo hecho por Hugo Sánchez en Europa y es de los consentidos de Juan Carlos.

No dudo, ni tantito, que la forma de tratar al jugador, de su comprensión ante los buenos o malos momentos de los futbolistas, así como las explicaciones que le pueda dar a los seleccionados sobre el motivo de las rotaciones, sea el principal lazo de comunión que existe entre el técnico y seleccionado mexicano, no obstante, los aficionados no le gritaron que es una mala persona.

No se confundan, seleccionados, porque los mexicanos que estaban en el aeropuerto no representan a la mayoría de los fanáticos que ven sus partidos de futbol. Tampoco crean que se les perdona, puesto que es la forma en cómo juegan ustedes y la Selección en general, la que provoca el enardecimiento de las masas en su contra.

Osorio carga con la loza de las rotaciones inexplicables, que sólo entiende él, Guillermo Cantú y algunos de ustedes. Mismas que en las estadísticas tiene saldo favorable, pero en los partidos son infumables, tristísimo o frustrantes.

Y antes de emitir una posición desde sus redes sociales, mejor defiéndanlo en la cancha. Asegúrense de que el ex Atlético Nacional permanecerá en la banca del ‘Tri’ porque ustedes meten goles, o los evitan.

Tomen en cuenta que él será siempre el hilo más delgado por el cual se puede cortar un proceso, pero ustedes son los que forman la parte esencial de ese ciclo de cada cuatro años.

¿O renunciarán a la selección en caso de que corran al colombiano? No serían los últimos ni los primeros, pero tampoco es necesario tenerlos si no quieren jugarse todo por la playera. No se pongan a hablar de más en las redes sociales, si no pueden demostrarlo en la cancha.

No seleccionados, no se equivoquen. A quien deben de defender es al público que compra sus camisetas, que los va a ver a los estadios pagando carísimas entradas, que viajan con ustedes a las sedes de los eventos importantes. A ellos defiéndanlos ganando los partidos, entregando todo en la cancha y, sobre todo, haciendo un buen papel en los torneos.

Botepronto

Le robaron 500 mil pesos a la directiva de los Tiburones Rojos del Veracruz producto de la taquilla contra el Necaxa el domingo pasado. Raro que una institución deportiva de ese nivel no tenga cámaras de seguridad ni vigilancia a pie donde guardan importantes montos.

Préndela así, de volea.