El inicio de esta temporada ha sido algo más estresante de lo que hubiera esperado Matías Almeyda, puesto que, las lesiones de algunos elementos, aunadas a las bajas momentáneas que había generado el reclutamiento de algunos a la selección mexicana, dieron como resultado una pretemporada donde se tuvo que echar mano de los canteranos, mismos que podrían permanecer en la órbita para tapar huecos luego de que no hubiera incorporaciones durante el mercado de fichajes.

Es necesario recordar que no es la primera ocasión en que los jugadores de divisiones inferiores son utilizados para formar parte del equipo, debido a que años atrás, ante la negativa de traer refuerzos de Jorge Vergara, ésta era la medida más utilizada por Chivas, no obstante, también cabe destacar que en años posteriores dicha práctica se dejó de usar, pues se hubieron diversos problemas por utilizar equipos que en su mayoría tenían poca o nula experiencia.

Sacar producto propio no es algo malo, menos para el equipo, ya que así se han tenido grandes exponentes como los casos de Javier Hernández, Erick Torres, Carlos Salcido, entre muchos otros jugadores criados en Verde Valle que supieron llenar los hoyos en algunas posiciones y hacerse de un nivel elevado como para ser referentes, emigrar a Europa o hacer historia con el club, pero hacerlo de manera desmedida es peligroso que se puede pagar en la porcentual.

En cuanto a las actuaciones que han tenido los jóvenes en estos últimos cotejos, pudimos ver la inexperiencia de varios en el primer tiempo ante Porto, con anotaciones producidas como consecuencia de la tibieza en el juego, en un trámite donde poco se hizo de medio campo para adelante, aunque se debe tomar como algo natural en el proceso y resaltar casos como el de José Macías, que tuvo actuación con gol y asistencia en la Copa Tecate y que, junto a Beltrán y Benítez, tuvieron actividad, aunque no demasiado destacada, de buen valor para el tiempo que llevan jugando a ese nivel.

La confianza que ha ejercido ‘El Pelado’ sobre los juveniles ha dado frutos antes, como pasó con Ángel Zaldívar, Carlos Fierro, Carlos Cisneros y demás elementos salidos de las Fuerzas Básicas, que ponen muestra de lo mucho que se puede aportar en el nivel competitivo si llenas tus filas de gente con ilusiones a la que arropes en su desarrollo.

Nos preguntamos entonces ¿Hay futuro para la cantera ‘Rojiblanca’? En un equipo como el Deportivo Guadalajara mucho, como lo es natural en una plantilla que se jacta de solo contar con elementos aztecas, que en su mayoría puedan ser formados en casa, mas aventarlos sin darles un desarrollo no es la forma; se debe tener una base, traer refuerzos que aporten y de los que puedan aprender con el finde apoyarlos, darles minutos y cuando sea su hora de jugar, puedan ser de utilidad al grupo. Hay que apostar por las fuerzas básicas porque sí hay profundidad de juego de ideología, son la base de cualquier combinado y en función de los cambios generacionales es lo mejor que se puede hacer pensando en el futuro, pero debe ser de manera inteligente.