Es el único de los cuatro semifinalistas que en liguilla está demostrando que en verdad quiere la gloria y levantar el trofeo del campeonato mexicano.

Monterrey está sacando la espectacularidad, eficacia, orgullo, coraje, contundencia necesaria para rematar con broche de oro una gran campaña de la mano de Antonio Mohamed. Lo hecho ante Atlas los coloca por arriba de Tigres, América y Morelia, sobre todo porque los tres calificaron a las semifinales por su mejor posición en la tabla, lo cual es totalmente reglamentario pero es mal visto por la afición de Coapa y Zuazua, ya que sus plantillas y el objetivo por el que fueron armados les exige calificar con mayor amplitud en el marcador, y no rezando sobre la hora para que se acabe el tiempo reglamentario.

Lo de Tigres es un síntoma de que le tiene tomada la medida a las liguillas. Por eso Ricardo Ferreti está tranquilo y sonriente después del último partido (eso y la renovación de su contrato), ya que sabe de la capacidad de su equipo cuando se decide a jugar al futbol de una manera tan bella y a veces artística. El francés puede jugar a medio gas 17 fechas de temporada regular, cuartos de final y semifinales, y aun así tener toda la factibilidad de hacer estragos en las defensas contrarias. Además, el conjunto felino ha demostrado que sin Gignac al cien por ciento puede ser un equipo que compite y da miedo, aunque eso no sea lo ideal.

América no juega bien. América aburre. América no tiene poder ofensivo y, si no fuera por su defensa, ya debería estar fuera, pero se encontró con un Cruz Azul que es todavía peor que el conjunto azulcrema. Las Águilas no pasan por un buen momento y llevan rato así. Darwin Quintero ha tenido muchas oportunidades, costó una fortuna llevarlo a la Ciudad de México y no termina por despuntar. Juega cuando quiere, a veces trota, otras camina pero rara vez lo vez corretear una pelota. Oribe Peralta no puede hacer todo y Silvio Romero trae la mira chueca, aunque no por ello debería estar en la banca.

Que falta les hacía Renato Ibarra. Diego Lainez es un gran prospecto pero su momento sorpresivo ya terminó y jugar con los pesos pesados de nuestro país comienza a ser una losa para el canterano americanista.

Morelia demostró que desde la humildad y la concentración se puede llegar lejos. La disciplina táctica, el bueno momento del peruano Raúl Ruidíaz y la solidez en la defensiva que da Eduardo Achilier le viene bien a un conjunto que estaba pensado en buscar los puntos necesarios para permanecer en la categoría privilegiada del futbol mexicano. Roberto Hernández Ayala está entregando excelentes resultados, a pesar que nadie les otorga el estandarte de candidato al título, ya es semifinalista y los pone en la contienda.

Lo que debo dejar claro es que, por lo mostrado hasta este momento, si Monterrey no es campeón podría convertirse en un título como el del pasado semestre: ganado con base en la fortuna y el resultadismo antes que el buen futbol y la justicia deportiva.

Botepronto 1 

La posición en la tabla sigue causado estragos en algunos, pero, oiga, algún valor debe tener lo hecho en 17 jornadas.

Botepronto 2

Se fue Paco Jémez, un técnico nunca debió llegar a nuestro futbol y que se fue con una pésima imagen de lo hecho en su Cruz Azul: absolutamente nada.

Préndela así, de volea.