Son las fiestas decembrinas, pero María Sánchez no para. Se prepara como si todo el año fuera pretemporada. En 2015, su nombre irrumpió en el futbol femenil mexicano de la nada. Viajar 12 horas para buscar suerte en unas pruebas del Tri femenil fue la ventana por donde la habilidosa zurda se metió para hacer historia en un Mundial Absoluto y poner a temblar a Estados Unidos en un Mundial Sub-20.

2018 no solamente será el último año de su carrera universitaria de Estados Unidos sino también el año en el que su México se dispute el boleto al Mundial de Francia 2019.

Esta es la historia de María Sánchez, una hija de migrantes mexicanos a quien ni el vivir fuera de México ni las pocas oportunidades fue suficiente para frenar el sueño de vestir la playera verde.

Con el #11, Sánchez celebra un gol
Con el #11, Sánchez celebra un gol

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P. ¿Por qué comienzas a jugar fútbol?

R. Con mis papás, hermano y hermana vivíamos en un rancho cerca de Idaho. Como no teníamos mucho que hacer, jugaba fútbol con mi hermano y desde ahí empecé a jugar cada que había oportunidad. Durante el verano, después de la escuela, a todas horas. Yo jugaba en el recreo con todos los niños ya que ninguna niña quería jugar, y creo que desde ahí empecé a realmente querer el fútbol. No estaba en ningún equipo, no había ningún programa de fútbol alrededor de donde yo vivía. Al jugar todos los días con mi hermano, ver los partidos con mi papá comencé a querer el fútbol.

A los 7 años me mudé al pueblo de American Falls y es cuando pude meterme en un equipo donde había niños y niñas. No era una liga grande, como 6 ó 7 equipos, el torneo duraba dos meses. Ahí estuve cuatro años hasta que en la escuela ya había una liga de futbol organizado, pero también duraba solamente dos meses. Lo demás era con mi hermano y sus amigos.

P. Tú lo que querías era jugar. Dos meses de temporada en primaria y aprovechar al máximo jugando en equipos mixtos.

R. Sí. El resto del tiempo jugando con mi hermano y sus amigos donde no era futbol organizado. Era cada tarde jugar con ellos, era más el amor por el fútbol que lo que sabía a dónde quería llegar. Desde niña fue un sueño jugar para México; siempre me preguntaban que si algún día me dieran a escoger entre Estados Unidos o México y yo siempre decía 'México'. Sólo sabía que ese era mi sueño, pero no sabía nada sobre el futbol profesional o colegial.

P. De la secundaria (middle school) das el salto a la preparatoria (high school) y ahí firmas una carrera fenomenal. Mejor jugadora del estado de Idaho dos veces e incluso terminan retirando tu número. Firmas con Idaho University y tus números son excelentes. ¿Qué es lo que pasa después, por qué quieres transferirte?

R. Yo quería algo más competitivo porque la conferencia donde está Idaho University no era muy competitiva, nada más iba un equipo al campeonato nacional de la NCAA. En el invierno no nos daban la opción de jugar fútbol y yo realmente quería jugar todo el año, quería seguir creciendo, seguir aprendiendo, y ahí no veía esa oportunidad. Tomé la decisión de irme a otra escuela, cuando le platiqué a la entrenadora del equipo me bloqueó.

Llevé mi caso a la directora del departamento de deportes de la universidad y así me quitaron el bloqueo. La entrenadora me terminó dando 5 más opciones, pero ya era muy tarde. Fue difícil lo que tuve que pasar para llegar a la universidad de Santa Clara. Es una gran oportunidad para seguir creciendo porque es un buen programa tanto académico como deportivo.

Así se anunció su llegada a Santa Clara
Así se anunció su llegada a Santa Clara

P. ¿Cómo llegas a vestir la camiseta de México?

R. Todo se dio muy rápido. Fui a probarme a Los Ángeles en febrero del 2015 porque me dijeron que habría pruebas para la Selección. Con mi hermana y una amiga manejamos 12 horas para poder asistir a las visorias y, un mes después me llegó la convocatoria a la Sub-20 de una gira que en ese entonces se hacía cada año con Roberto Medina y Leonardo Cuéllar. El profe Leonardo me habló un día y me dijo al terminar la concentración que si me gustaría atender el juego amistoso que se tendría con Estados Unidos. ¡Yo no sabía como reaccionar! Ese era mi sueño. También me dijo que podría entrar a la lista del Mundial si jugaba bien. Hubo una lesión de último minuto y yo quedé en la lista del Mundial de Canadá 2015.

P. Debutas, juegas en un Mundial, te ves al lado de jugadoras que han sido símbolos del fútbol femenil en México. ¿Ceías lo que estaba pasando?

R. Me acuerdo perfectamente de ese momento. Voltée a ver la pantalla grande donde aparecía yo misma y realmente no lo podía creer. Era mi sueño y lo estaba viviendo en ese momento. Todos los sacrificios, todo lo que he vivido creo que ahí fue donde se me dio todo. Estaba tan feliz que era inexplicable.

P. Solamente resultó el inicio. Un año después Mundial Sub-20 2016; eres titular indiscutible y MVP ante Corea. Estados Unidos toca en Cuartos de Final a México; la potencia mundial del fútbol femenino, y Maria Sánchez termina vacunando a USA en el minuto 66. México va venciendo a Estados Unidos 1-0, ¿qué te pasa por la cabeza?

R. De todo el trabajo que habíamos realizado la verdad no fue sorpresa para mí. Todo el equipo sabíamos que le podíamos competir a Estados Unidos. Desde el primer tiempo nos vimos mejor que ellas. No sé, como que todas no podíamos creer que en ese momento estábamos ganándole a Estados Unidos en un partido de cuartos de final y creo que la emoción nos ganó. Nos metieron los dos goles y nos dejaron fuera del Mundial.

P. México queda eliminado, aunque al plantel y a ti te queda una experiencia tremenda. Llegas a la universidad de Santa Clara en 2017. ¿Qué es lo que ahora con la entrada de Roberto Medina, quien te dirigió en Sub-20, como entrenador del Tri Femenil, vislumbras para el 2018? En octubre se juega la clasificación al Mundial de Francia 2019.

R. Creo que hemos crecido mucho este año, se han visto mucha nuevas caras en Selección y también les ha dado la oportunidad a otras que ya han pasado por Selección. Eso es positivo porque se ve que Roberto quiere a las mejores jugadoras. Ya las conoce de selecciones menores. He estado con él desde los 19 años y le tengo mucho respeto al igual que él a nosotras. Ha hecho un buen trabajo. Tenemos que entender que es un nuevo equipo, después de un año sin actividad en la Selección creo que este 2018 será muy bueno.

"Después de un año sin actividad para el Tri, 2018 será muy bueno"

P. ¿Ya hay alguna planeación de parte de la Federación Mexicana de Fútbol; han platicado con ustedes?

R. Sabemos que hay Centroamericanos y los clasificatorios para el Mundial de Francia, pero más allá no nos han contactado.

P. Curiosamente vas a estar en medio de un semestre escolar cuando muy probablemente vas a estar siendo convocada a Selección. Compaginar la cuestión deportiva y la académica puesto que ésta es lo que te permite tener una beca y estudiar. A la misma vez tener que completar y hacer el mejor trabajo en Selección, en el torneo que puede calificar a México al Mundial.

R. Sí, de hecho va a ser muy difícil si sí llego a ser convocada con Selección. Va a ser muy difícil y aunque yo quisiera concentrarme solamente en el futbol sé que éste es mi último año colegial. Será muy difícil, pero lo haré posible.

P. Hay un dilema para las mexicanas. Al salir de college tienen tres opciones: regresar a México a jugar en la Liga MX Femenil; la segunda opción es la NWSL, la liga americana de fútbol femeni; la otra es brincar a Europa. Idealmente si pudieras elegir una opción, ¿cuál elegiría y por que?

R. Jugar en Europa sería lo ideal porque allá las ligas de las mujeres están más desarrolladas que la de México o hasta Estados Unidos.

P. ¿Qué es lo que notas, cuando llegas a las convocatorias de Selección, donde se ve la mayor diferencia en cuestión de nivel?

R. En Estados Unidos las ligas de colegios son más atléticas y en México es más técnica y futbol. La verdad es que prefiero el estilo de México, pero creo que en Estados Unidos la mentalidad es mucho más fuerte.

P. ¿Qué le dirías a la niña que está en México o USA para cumplir sus sueños?

R. No darse por vencida. Yo no tuve oportunidad de ser vista por muchas universidades o incluso por Selección que siempre fue mi sueño. No dejar de luchar y seguir creciendo todos los días en todos los aspectos. Creo que eso fue lo que me ayudó a llegar a donde estoy ahorita. No me di por vencida aunque sabía que la oportunidad de jugar en la Selección siendo de un pueblo de 5,000 personas era remota.