Los Rayos volvieron a empatar, ahora frente a los Gallos Blancos de Querétaro, con las anotaciones del chileno, Víctor Dávila y el brasileño, Everaldo Stum. Un partido que reparte unidades; Necaxa tuvo en sus manos el triunfo, pero lo dejó ir.

Estrategia cautelosa

Es por todos sabidos de los planteamientos defensivos de ‘Nacho’ Ambriz, quien volvió a entregar una estrategia conservadora y poco efectiva al ataque. Hoy ni siquiera hubo despliegues ofensivos, latigazos vertiginosos, sólo simples embates o errores rivales.

Jugada clave

La presión generada por el conjunto hidrocálido provocó errores en la salida queretana, misma que dio frutos al minuto 55, cuando forzaron el error de Paolo Yrizar, robándole el balón, el cual fue conducido por Víctor Dávila, para marcar la anotación que cambiaba la perspectiva del juego.

¿Solidez defensiva?

Durante más de 70 minutos, Necaxa se mostró sólido en la parte baja, manteniendo a raya al ataque emplumado; sin embargo, nunca debes descuidar marcas, y en especial cuando se trata de jugadores con calidad de sobra. Tuvo que venir una genialidad de Everaldo Stum para romper el cero rojiblanco.

Antes y después de Dávila

Un momento clave durante el desarrollo del juego fue la salida de Víctor Dávila, quien era el jugador más productivo y peligroso de Necaxa, no sólo por el tanto que los tenía en ventaja, sino también por la productividad generada al frente. Ignacio decidió sacarlo para poner un candado en mediocampo con Luis Ernesto Pérez.

Igualada que sabe a poco

El resultado fue un desabrido empate, un punto que sabe a poco y que no ayuda mucho para las aspiraciones de liguilla del conjunto hidrocálido. Si bien, siempre es mejor rescatar una unidad a perder tres, la realidad es que Necaxa tuvo en sus manos el encuentro.