Si la gente del León aún pensaba en Liguilla, prácticamente puede ir despidiéndose de esas ilusiones. Este sábado, Morelia se metió al Estadio León y venció de forma contundente al cuadro de Gustavo Díaz, que se mostró sin pies ni cabeza y que apenas tuvo capacidad de respuesta. La afición pareciera vivir una situación insostenible y los reclamos cada vez son mayores.

Desde un inicio, la noche pintaba mala para la Fiera. Monarcas se había plantado bien y comenzó a tomar posesión de balón, mostrándose superior ante un inoperante equipo local. Al 7', Raúl Ruidiaz marcó el primero de una manera soberbia; se plantó en la media luna y, viendo adelantado a Felipe Rodríguez, picoteó para clarearlo y adelantar a su equipo.

El dominio monarca se notó rápido, controlaba el balón a placer y a los Esmeraldas les costaba mucho llegar al arco rival, tan es así que antes del medio tiempo Gustavo Díaz optó por sustituir a Luis Franco, una nueva apuesta juvenil en el once inicial, por Darío Burbano, situación que causó poco efecto, pues al 39' había caído el segundo por obra del mismo Raúl Ruidiaz, quien cobró de buena forma un penal dudoso que le cometieron.

Con abucheos previos, el cuadro esmeralda comenzó el complemento de la misma manera: siendo dominado en el trámite y cayendo en la desesperación. Prueba de ello fue un jalón de camiseta que Iván Rodríguez le puso a un rival, acción que le costó la expulsión para dejar a su equipo con diez.

La debacle verde era evidente y se hizo más al 72', cuando el propio peruano Ruidiaz convirtió su tercero de la noche, un triplete que sentenció cualquier aspiración del conjunto de casa y que terminó por encender, más que apagar, a la afición presente, que comenzó a abuchear e incluso a cantar el 'ole' cuando los rojiamarillos manejaban la redonda.

Sobre la hora, la Fiera tuvo un trío de aproximaciones. Una de Montes que terminó deteniendo Sosa y otra que terminó en anotación por parte de Mauro Boselli, peinando una pelota al cobro de un tiro libre. Mientras tanto, en el último suspiro del partido, Claudio González -recién ingresado- puso el 2-3 definitivo con remate de cabeza. La sensación final fue amarga para los presentes, pareciera que la olla de presión está por estallar, pues apenas hubo capacidad de respuesta. Prácticamente, adiós Liguilla para el León.

Alineaciones del partido: