El técnico luso ponderó la afición, y es que es loable irle al Azul, no cualquiera, durante todo el partido se impulsó, se gritó, se sufrió y al final como lo apunta el estratega, toda la grada se lleva los aplausos, y aunque parece un discurso populista, diciéndonos lo que queremos oír, tiene mucha razón, el jugador 12 es el mejor de la temporada.

Ante la falta de hambre mostrada por el equipo, Pedro Caixinha fue claro, ninguno mostró esa garra que tanto ayuda cuando no ves la salida, en el partido le dieron la razón a todos aquellos que los llaman “pechos fríos”, durante noventa minutos mostraron ese ADN azul de los últimos años, todos coincidimos que éste tipo de vergüenzas no se pasarían con un poquito más de ganas.

La gran institución que tiene el Cruz Azul normalmente peca de ser demasiados complacientes y poco exigentes, Caixinha sabe de esto pero no va a morder la mano que le da de comer por lo que se limitó a echarle flores a Billy y a todos en la institución. La comodidad del equipo es tan buena que los vuelve conformistas, y hay varios jugadores que tienen pie y medio fuera de ésta comodidad, pero el entrenador Azul decidió no dar nombres, por que como el asegura; “Se lo diré a los jugadores en la cara”, con respecto a los jugadores que ya no estarán la próxima campaña.

Al ser cuestionado por dar oportunidad a los jóvenes o a otros jugadores de banca, mencionó que el cree en los jugadores que meten, que corren, meten, y que quieren un lugar, por lo que ver a Santiago Giménez aunque sea en la banca sería difícil. Veo un Pedro Caixinha preocupado porque el funcionamiento es pobre, pero con un respaldo de los grandes mandatarios azules.