Cruz Azul se encuentra en la posición catorce de la tabla general con 15 puntos, producto de 3 victorias, 6 empates y 5 derrotas. A falta de tres jornadas, dos de ellas en condición de visitante, el equipo de la Noria aún permanece con la esperanza matemática de meterse a la fiesta grande del fútbol mexicano.

Entre la posición actual del equipo y el octavo lugar de la tabla general hay seis equipos, todos, en un bloque separados por sólo tres puntos. Sin embargo, se avecina un cierre digno de Tarantino por lo ensangrentado que estará. Históricamente estos cierres milagrosos no se le da la máquina, y éste equipo no difiere mucho en cuanto a espíritu se refiere, de los tantos y tantos jugadores, directivos, y entrenadores que no pueden romper esta actitud derrotista, en los último años sobre todo.

El panorama podría llegar a desilusionar, donde las dos visitas que, en el papel, lucen de vida o muerte y un juego en casa para despedirse del Estadio Azul,  se puede especular:

Primero debe Cruz Azul ir y sacar tres puntos en Nuevo León contra uno de los cuadros más sólidos de la LigaM, los Tigres dirigido por Ricardo Ferretti;  que tiene toda la experiencia del mundo, una afición que pesa mucho y las fallas propias son ingredientes de una receta para un partido que se antoja complicado, tirándole a imposible.

Después en casa lo que podría ser el último partido en el Estadio Azul, contra Morelia que juega por nota cada partido, un equipo equilibrado y con un técnico que lleva muy bien el barco. Vaya encuentro le espera a la máquina.

Y el último es contra el Veracruz, equipo que está luchando por la permanencia en el máximo circuito, el cual, los escualos podrían llegar a este encuentro sin la salvación asegurada. Sin duda, un panorama complicado el que le espera a La Máquina. La afición cementera espera que el equipo se encienda y empiece a ser contundentes o será una repetición de muchos otros torneos donde se empieza a planear la próxima temporada antes de que acabe el torneo.