Los Tuzos dependían de ellos mismos para asegurar su boleto a la Liguilla, la fórmula era simple: ganar en casa ante un Atlas que tenía casi un mes eliminado. Eso no sucedió, Pachuca empató sin anotaciones ante los rojinegros y pone en tela de juicio su participación a la fiesta grande.

Los blanquiazules tendrán que esperar hasta el domingo a la derrota de Pumas para clasificar a liguilla, cualquier otro resultado de los universitarios ante Querétaro, eliminaría al Pachuca y daría un boleto a los felinos a la fase final del Clausura 2018.

Una incesante lluvia se hizo presente desde el primer minuto del encuentro, pero eso no debilitó la intensidad con la que Pachuca salió a buscar el resultado, fue tanta que a los tres minutos de juego, el árbitro anuló un gol de los locales por fuera de lugar. Dicha intensidad continuó para los Tuzos y al minuto 18, Ángelo Sagal se fue expulsado por una dura barrida sobre el defensor rojinegro, Daniel Arreola, que dejó a los blanquiazules con un jugador menos.

El clima en la capital hidalguense empeoró y al 28', Luis Enrique Santander decidió detener el encuentro por el granizo que caía. Fueron 15 minutos de parón, el hielo cesó, pero la lluvia y el partido continuaron, el primero con un poco de accesibilidad, el segundo, sin emociones hasta el descanso.

La parte complementaria inició con gran ritmo, a los dos minutos de reanudado el encuentro, Rafael Márquez, en su partido de despedida, ya había advertido a los Tuzos con disparo que pasó apenas encima del travesaño y el guardameta José Hernández salvó a los rojinegros de irse abajo en el marcador.

Atlas estuvo cerca de poner número en el electrónico al 57', cuando en una jugada desequilibrante, Milton Caraglio se quitó al arquero, pero el ángulo se cerró y no logró mandar el esférico en dirección de gol. Cuatro minutos después, Daniel Arreola se iba expulsado por doble amonestación, dejando el juego con diez hombres por bando.

La última media hora de juego transcurrió sin idea por parte de ambas escuadras, Atlas no encontró la nitidez necesaria para liquidar sus contragolpes y Pachuca no supo descifrar a la defensa rojinegra, se dedicaron a mandar centros bien rechazados por la saga y disparos rasos que controlaba sin rebote el guardameta.

Así culminó el tormentoso partido, con unos Tuzos que sumaron una unidad para llegar a 23, por el momento se mantienen en el octavo y último puesto a Liguilla, pero dependen de una victoria queretana para mantenerse ahí.