El pronóstico de lluvia se fue, el cielo se despejó y la noche quedó solo con frescura, la necesaria para un partido de liguilla. Al final, Xolos y Rayados igualaron a una anotación por bando.

Fueron los visitantes quienes se adaptaron mejor en el inicio de partido, mantuvieron el esférico y se jugaba en el medio campo de Xolos. Dorlan Pabón dio el primer aviso del compromiso a los 16 minutos, un disparo de media distancia que atajó de buena manera Gibrán Lajud, quien se repuso del recueste y salvó a su equipo nuevamente en el rebote.

Al parecer eso fue lo que despertó a los rojinegros, tras el aviso regiomontano, Xolos equilibró la posesión del esférico y dio el primer aviso con un centro que recibió Juan Lucero, pero no recepcionó de buena manera y el guardameta eliminó la posibilidad de gol. Al 29’, Gustavo Bou conectó un disparo raso a las afueras del área, pero Hugo González resolvió de gran manera con un recueste a mano izquierda.

La más clara del primer tiempo la tuvo Luis Ángel Mendoza unos instantes después, cuando recibió el esférico en el área, burló al guardameta albiazul y, con un poco de ángulo a favor, sacó el disparo que alcanzó a rechazar sobre la línea Jesús Molina en labores defensivas.

La pelota comenzó a pasearse en el mediocampo, sin peligro en ninguno de los dos áreas hasta que Dorlan Pabón volvió a probar de media distancia al 39’, un disparo cruzado que venció a Gibrán Lajud para el primer gol de la noche, anotación que dejó enmudecida a la afición.

Antes de culminar la primera mitad, los rojinegros fueron a la búsqueda del gol que les diera el empate, la intensidad fue tanta que incluso hubo un ligero conato de bronca que solo terminó en empujones, pero el gol no llegó en ese momento.

El arranque de la parte complementaria sacó un susto a más de uno en el estadio, al minuto de reanudado el juego, Lajud comprometió en el toque de balón a su compañero, perdiendo el esférico en los linderos del área, pero el propio guardameta resolvió de gran manera en el mano a mano ante Arturo González, achique que le devolvió el aliento a los más de 25 mil espectadores.

Fue al 53’ cuando el futbol le sonrió a los locales, Ignacio Rivero cobró un tiro libre por encima de la barrera y el balón cayó a la altura justa para que González no llegara y se igualara el encuentro.

El gol “de vestidor” no cayó bien en Rayados, cedió por completo el dominio del esférico y dejó que Xolos tuviera la iniciativa en el partido. Tenían la posesión, pero las ideas no llegaban y la zaga defensiva de Monterrey se veía cada vez más difícil de descifrar con el transcurso de los minutos.

El partido entró a los últimos 15 de juego y con él las emociones a tope, el encuentro se volvió rústico, muy disputado y por ende, trabado. Las palabras altisonantes y empujones entre los jugadores no faltaron, por lo que el silbante central tuvo que hacer acto de sus cartones preventivos.

Los cambios realizados por Antonio Mohamed no dieron la señal de que Rayados buscara atacar, y así lo fue en el campo, en todo el segundo tiempo la pelota fue de Xolos, mientras que Monterrey buscaba el contragolpe.

Regios y fronterizos dejaron la llave abierta y todo se definirá el sábado en el “Gigante de Acero” en punto de las 21:00 horas. La matemática es simple, quien gane pasa a semifinales, el empate a un gol o sin él, le da el boleto a Rayados a siguiente ronda, pero si empatan a dos o más goles, será Xolos quien esté entre los últimos cuatro en el campeonato.