Cada que sale un nuevo calendario, la afición de la Perla de Occidente checa en que jornada de la Liga MX se jugará el partido más esperado de la campaña regular. Este Clásico Tapatío va más allá de jugar tres puntos, ganarlo o perderlo significa gozar de la ciudad por el lapso de unas semanas y aunque lleguen los equipos en momentos diferentes, las expectativas siempre serán ganar con autoridad.

En Guadalajara desde el 2010, el Clásico Tapatío ha tenido la particularidad que se juegue en dos distintos estadios tras la mudanza de Chivas a Zapopan. Cuando el partido se juega en el Estadio Jalisco, como lo será en esta aparente última edición de 2018, regresa el sabor de la rivalidad por la esencia que tiene el Coloso de la Calzada Independencia. Regresando así el ritual de los aficionados rojiblancos, que han dejado un poco de lado en su 'Fortaleza'.

Con esto, la gente de Chivas tendrá la oportunidad de volver a hacer la tradicional caravana desde la fuente Olímpica hasta llegar al mítico Jalisco. Se supone que el local administrativo para el juego serán los Rojinegros, pero como es recurrente, la asistencia suele ser muy dividida y por el momento que pasa el cuadro del 'Paradero'; podremos ver una tribuna pintada de rojo y blanco.

Del otro lado estará presente el cuadro de Atlas que siempre a pesar de los malos momentos que vivan, la afición rojinegra estará para apoyar a los Zorros. Ellos se saben la rutina cotidiana, solo que ahora serán invadidos por una marea desde Zapopan. Por lo que, enfundados en los colores rojo y negro querrán seguir siendo los mandones del Monumental Estadio Jalisco.

Poco es lo que se puede gozar en el Estadio Akron, de la famosa guerra de porras que se debería de dar entre estas dos barras que alientan siempre a su equipo. Pero en el Estadio Jalisco cambia la cosa, ya que al estar casi en un 50% y 50% la asistencia, hay momentos en donde el grito es más fuerte de los 'Chivahermanos' y después cambia a que 'La Fiel' tomé el micrófono.

Lo más importante es que se tome el juego con calma para los dos grupos de aficionados. Hay que recordar que la pasión solo queda en alentar al equipo y no debe de haber violencia. El resultado sin importar el marcador en favor de cualquiera, o un empate, debe quedar solo en cobrar la apuesta y disfrutar de lo que puede ser un buen partido.