Ricardo Peláez tendrá el corazón partido para el día sábado; eso comento el día de hoy en una entrevista. “Ojala sea un gran partido, esperemos que nuestros seleccionados lleguen sin problemas… Pues mira, mi corazón tiene varios equipos y el Necaxa probablemente sea el número uno, pero ahora tengo un compromiso con Cruz Azul y esperemos todo salga bien para interés propio… Y como dije años antes, Necaxa ya es historia”. 

El director deportivo de la maquina defendió los colores de los Rayos desde el año 1987 hasta el año 1997, periodo en el que ganó dos títulos de liga bajo el mando de Manuel Lapuente y titulo de goleo; ademas de que es el goleador histórico del club rojiblanco con 138 goles en 352 cotejos. 

Y todos conocemos la capacidad como directivo que tiene Ricardo, conquistó 2 títulos de Liga y 2 de CONCACAF con América. Peláez no le gusta discutir y menos pelear. Durante su estancia en América, en donde inició su carrera de directivo, no peleó con nadie, inclusive ni el día en que le pidieron que adelantara su salida y le impidieron despedirse de los jugadores y del cuerpo técnico.

Ricardo tuvo la confianza de la comitiva celeste desde el primer día, ya que en mayo pasado, a menos de cinco días de haber tomado posesión en su puesto de director deportivo, ya elaboraba el plan de trabajo para iniciar su primer torneo, el Apertura 2018. Decisiones hasta el momento correctas con los fichajes de promesas (Roberto Alvarado y Misael Dominguez), delanteros probados (Milton Caraglio y Elias Hernandez), solidez defensiva (Igor Lichnovsky y Pablo Aguilar) y un pilar que no tardara en adaptarse a la filosofía de Pedro Caixinha (Ivan Marcone). Como no ocurría en muchos años, con tiempo planeó que los refuerzos llegarán desde la pretemporada y no en la fecha 5, 6 o 7 como sucedía anteriormente.

Peláez en un entrenamiento Azul I Foto: Prensa RECORD

A Peláez se le conocía como profesional al 100% desde que jugaba en  Necaxa. No es de los que hablan en todo momento, solamente cuando tiene algo oficial que decir o si atacan al club sin correspondencia. El de 55 años de edad, nunca falto a un entrenamiento ni pretemporada; llego a regresar antes de sus vacaciones cuando la selección nacional lo convocaba para disputar alguna mundial. Y esto no cambio de Directivo, con el Club America nunca faltó a un entrenamiento y se le hizo costumbre ahora también con Cruz Azul.

Sus palabras son coherentes y realistas; “Ahora estoy más experimentado, el tiempo da tranquilidad para pensar. No soy de las personas que se casan con una idea. Me voy adaptando, mejorando, rechazando lo que no me ha servido. Sigo en la misma, manteniendo mis valores, el trabajo en equipo principalmente… Creo mucho más en el profesionalismo que en el amor a la camiseta. Ya conocí al cuerpo técnico y me sorprendió; ahora lo ayudaré a nivel gerencial para lograr los objetivos”, comento en su presentación.