El Clásico arrancó movido y no dejó acomodar en sus asientos a los aficionados pues las locales rápidamente se colocaron arriba en el marcador al minuto uno aprovechando un error de la zaga rojinegra en tiro de esquina donde la arquera Gaby Paz pasó de largo y el rebote le quedó a Miriam García para empujar solamente el esférico. 

Con la ventaja tempranera Chivas siguió presionando a la defensa rival, por lo que las Rojinegras se veían constantemente obligadas a retroceder con la guardameta Paz para que ésta dividiera la pelota en medio campo. Pese a ello, Atlas obtuvo estabilidad para ir al frente, pero sus ataques eran efímeros debido a la bien plantada defensiva del Rebaño. Fabiola Ibarra y Joana Robles intentaron con disparos de media distancia que no eran peligro alguno para Blanca Félix. 

El ataque de La Academia continuó hasta la segunda parte y fue cuando más cerca estuvo de conseguir el tanto de la igualada, pero no fue así gracias a la figura de la meta local. En primera instancia, Zellyka Arce envió un trazo al corazón del área donde se encontró con la cabeza de Alejandra Franco que conectó ese centro con potencia poniendo a sudar la cabaña local. 

No obstante, el peligro y asedio rival cesó y las comandadas por Luis Fernando Camacho tomaron de nueva cuenta la posesión de la esférica, recuperando terreno y yendo hacia al frente, pero de manera tibia, dejando en tranquilidad a la escuadra rojinegra. 

Poco o nada era lo que generaba Chivas que había recuperado terreno y cuando menos peligrosas se mostraban las Rojiblancas, cayó el segundo tanto y definitivo en el tablero al 73' luego de que Arlett Tovar disparara en cobro de falta adelante de media cancha colocando su impacto lejos del alcance de Paz. 

Buscando recortar distancias en el marcador, Samayoa le dio entrada a Mayra Santana y Maritza Maldonado, empero, no consiguieron causar estragos en el área rival y dejando en claro que la maternidad rojiblanca continua en pie.