Humilde, sencillo y de trato fácil; así es Roberto Carlos Alvarado Hernández, quien recientemente cumplió 5 años como futbolista profesional a pesar de sus escasos 20 años.

El “Piojo” Alvarado, apodo autoimpuesto por su ídolo de la infancia Claudio “Piojo” López, creció en el municipio de Salamanca, Guanajuato. Desde temprana edad, el Piojo ya estaba dando sus primeros pasos en el fútbol jugando para el “Xidoo” de la liga petrolera de fútbol infantil en dicho municipio. Siempre con el objetivo fijo de trascender en el fútbol profesional, tuvo un breve lapso en una escuela oficial del Necaxa en la entidad Salmantina y después fue captado por las fuerzas básicas de los “Toros” del Celaya en donde daría sus primeros pasos como profesional.

Pronto le llegó la oportunidad al convertirse en el futbolista más joven en debutar en la categoría de plata del fútbol mexicano con 15 años y 16 días de edad, el brasileño Marco de Almeida, entonces entrenador del Celaya, lo hizo debutar en Copa MX ante Tecos un 25 de Septiembre del 2013 y días después, el 28 de septiembre, también ante los Estudiantes Tecos, pero ya en torneo de liga.

Celaya entendió que tenía un diamante, así que el dueño mismo del club llevó a Roberto a una serie de pruebas en Inglaterra con el Leicester city y los equipos de Manchester, United y City. Por detalles económicos y administrativos, lejos del alcance del “Piojo” no se pudo quedar. Pero la impresión que dejó fue positiva. Tras un Apertura 2016 de ensueño, con un aporte de 6 goles para su club en la “Liga de ascenso”, llamó la atención de Pachuca que le fichó para complementar su proyectó de jóvenes.

No tuvo la continuidad que hubiera querido y fue Necaxa quien lo llevó ahora a su primer equipo, retomando una vieja historia entre ese club y el jugador, está de más decir que Alvarado cumplió con creces.

Su llegada a Cruz Azul

Cruz Azul representa el cumplimiento de una meta para Roberto Carlos Alvarado. Jugar en el estadio Azteca como siempre lo soñó, con el marco que representa vestir la camiseta de un equipo grande. Ser parte de un cambio trascendental en la historia reciente de la Máquina.

Llegó planeado para cumplir con una regla de menores, pero en Cruz Azul se ha ganado los minutos por mérito propio con asistencias y un par de goles que se han traducido en puntos. Repliega cuando tiene que hacerlo, asiste cuando tiene al compañero mejor ubicado y es inteligente para dar el último pase. Con un largo camino aun por recorrer y aún varios detalles por pulir, los conceptos que maneja le alcanzan para ser considerado titular más allá de reglas.

Volante por izquierda o enganche, las posiciones en las que el “Piojo” Alvarado ha destacado desde su formación como futbolista. Media punta por su capacidad asociativa con la referencia de ataque, volante por su capacidad de abrir la cancha, hacer diagonales al centro y utilizar su educada pierna zurda.

Ahora su panorama apunta a selección, con su segunda incursión en el “Tri” mayor, su techo se vuelve más alto y las expectativas igual.

Arroparlo y hacerle un entorno favorable debe ser la tarea que tiene en mente Pedro Caixinha para el “Piojo” Alvarado.