Después de una historia de amor y venganza que se vivió en Verde Valle, el romance entre Almeyda y directiva terminó. El nuevo protagonista de dicha historia sería José Saturnino Cardozo y, aunque le quedaron unos zapatos muy grandes, el nuevo pastor rojiblanco poco a poco comienza a ganarse a una afición que se acostumbró a ganar todo hace un par de años. Pero, ¿será suficiente lo que Cardozo está haciendo en su labor?

El Apertura 2018 está por terminar y con ello, las esperanzas de Chivas por entrar a la 'Fiesta Grande' del futbol mexicano comienzan a diluirse. Con 16 puntos, el Rebaño Sagrado se encuentra en la posición 11 y aunque quedan cuatro partidos por jugar, el panorama luce complicado para los pupilos de Cardozo.

A lo largo de trece jornadas hemos visto partidos de Chivas en donde se tenía ventaja y se perdió, 45 minutos buenos y otros 45 paupérrimos, cambios apresurados, lesiones y falta de contundencia; dichas problemáticas son algunas de las razones del porqué los rojiblancos se encuentran  en el lugar que están en la tabla.

Una de las tantas quejas de los aficionados rojiblancos fue la titularidad de Carlos Salcido y Edwin Hernández, quienes no se encuentran en su mejor nivel futbolístico y en donde la línea defensiva sufrió cuando perdieron algunas carreras con el rival. Apenas en el partido pasado con Lobos, Cardozo sentó a 'Aris' y aunque también se sufrió en la defensa, el sistema 4-2-3-1tuvo buena pinta por un rato.

Por otro lado, la línea ofensiva es otro caso especial. Al no tener un 'matón' en el área, Cardozo usa lo que tiene como Ángel Zaldívar o Chuy Godínez, quienes a pesar de las oportunidades, no logran dar el gran paso para ganarse la titularidad, en especial el 'Chelo' quien ha tenido varios momentos para ampliar el marcador o empatar los encuentros. Pulido se reencontró con el gol, pero eso no es suficiente ya que su labor no es ser centro delantero. Tal vez la oportunidad tenga que ser ahora de José Juan Macías, canterano que no ha tenido muchos minutos en la era Cardozo y que con Matías Almeyda hizo cosas interesantes.

El manejo de partido es otro de los puntos en contra de 'El Príncipe Guaraní'. Los partidos del Guadalajara se han vuelto un tanto predecibles; un primer tiempo con buena posesión de balón, pero sin gol. En el segundo tiempo, el equipo comienza a descomponerse y es cuando el rival, con una sola oportunidad de gol que tenga, la aprovecha. Ahora bien, cuando el Rebaño se encuentra ganando, el parado táctico y las desatenciones defensivas, provocan que caiga el empate o la remontada del rival. Cambios estratégicos para que Chivas juegue en su propia área, ocasionan que el peligro llegue por parte de los rivales; por ende, la ventaja en el marcador no dura mucho tiempo.

En cuanto a las lesiones y la falta de refuerzos, el timonel rojiblanco queda libre de culpa. Por desgracia, algunos elementos del cuadro titular como Orbelín Pineda, Michael Pérez y Eduardo López, han estado alejados de las canchas y eso genera que José Saturnino Cardozo tenga que voltear a la cantera. Aunque Fernando Beltrán y Alan Cervantes no lo han hecho mal, parece que a Cardozo le cuesta trabajo acomodar sus piezas 'no titulares'.

El proyecto del técnico paraguayo tiene buena pinta, pero si se pretende que dicho proyecto perdure, la directiva tiene que facilitarle el trabajo en el tema de refuerzos. Con un plantel escaso, el actual estratega de Chivas tiene al equipo peleando por un puesto en liguilla, y si el Rebaño no está en zona de 'Fiesta Grande' es por el manejo de partido y por supuesto, la falta de gol.

A pesar de que la 'Era Cardozo' quedará marcada por haber perdido la hegemonía que tenía Chivas sobre Pumas en Jalisco, Pepe está confiado de que dicho recuerdo se borre con algún campeonato. Se viene un Mundial de Clubes y aunque suene imposible ganarlo, será buena prueba para que Cardozo termine por encantar a la afición rojiblanca.