En la vida como en el futbol, hay revanchas, sin embargo, los caminos para encontrarlas resultan misteriosos e impensables. Quizás, después de haber salvado al América de los oscuros lugares de la tabla general y convertirlo en campeón ante el Cruz Azul aquel domingo de 2013, Ricardo Peláez nunca imaginó que cinco años después repetiría esa final, pero ahora como director deportivo del equipo de La Noria.

Desde aquel 26 de mayo, ambas escuadras han tenido rigurosas transformaciones en la búsqueda de un nuevo título, el noveno para los celestes y el número trece para los azulcremas. En América, sobreviven Paul Aguilar y Miguel Herrera, quien después de paso como técnico de la Selección Mexicana y los Xolos de Tijuana volvió al nido para lograr otra hazaña con el cuadro de Coapa. Por el Cruz Azul, se mantiene su fiel escudero, José de Jesús Corona, junto a jugadores como Gerardo Flores y Julio César ‘El Cata’ Domínguez.

Para algunos los papeles se han cambiado, como el ya mencionado caso de Ricardo Peláez, que después de haber sido clave en el resurgimiento de Las Águilas fue sacado por la directiva a cargo de Yon de Luis prácticamente por la puerta de atrás, sin despedirse del América y con fuertes rumores de que había sido Miguel Herrera el que había pedido su cabeza, situación incluso mencionada por el propio Peláez frente al “Piojo” en uno de los programas de la cadena de televisión ESPN, donde el exjugador azulcrema trabajó tras su salida del club. Adrián Aldrete es el otro nombre que sale a relucir, pues después de haber alcanzado la gloria con los del nido, tendrá que salir a defender a muerte este jueves y domingo los colores de La Máquina Celeste.

Pero continuemos con Peláez, quien junto a Pedro Caixinha ha logrado hacer de ese Cruz Azul triste y decepcionante un “castillo”, como el que le reprochara a Carlos Reinoso también en un programa de ESPN cuando uno y otro se regodeaban de sus éxitos con América. Ese “castillo” llamado Cruz Azul parece pertenecer a un cuento de Disney, solamente falta sellar la historia con un final feliz. Los aficionados celestes se mantienen hoy ilusionados, después de dos décadas La Máquina tiene hoy más que nunca la oportunidad de alzar ese tan perseguido título, negado a diestra y siniestra en cinco finales de Liga MX desde la última conquistada en 199 con ese gol de penal anotado por Carlos Hermosillo.

La gloria está a un solo paso, el América de Miguel Herrera sabe lo que debe hacer para repetir la historia de hace cinco años. Lo que sí es indudable es que perder otra final y hacerlo contra Las Águilas sería imperdonable para el Cruz Azul. La historia está por escribirse, Ricardo Peláez puede ser esa mente maestra que escriba con letras de oro una hazaña o cementera, o podría seguir siendo el villano de aquel 26 de mayo.

Sí, el destino a veces asusta.