Quién sabe qué es lo que pasa que nada más no terminamos por madurar como sociedad y dar un paso adelante, dejando atrás los estereotipos de machismo que muchos -lamentablemente también en medios- sacamos a relucir o, cuando menos, sacamos a relucir. Y es que aunque parezcan hechos aislados o inocentes, lo cierto es que tienen un impacto muy grande en un país que nos pide a gritos evolucionar como sociedad.

Estas actitudes no escapan del medio futbolístico y lamentablemente son muy fáciles de identificar. Basta ver un partido de liga femenil narrado por hombres, o por lo menos la mayoría de ellos. No falta el comentario tipo... "esta bella chica" "la guapa fulanita de tal". Y aquí la pregunta es, ¿qué tan relevantes son esos comentarios? ¿Acaso importa el físico de las chicas? ¿Por qué no se concentra la comunicación en el juego, como sucede en el fútbol varonil? Quizá peco de exagerado, pero, a mi forma de ver las cosas, muchos comentaristas aún no toman en serio a las mujeres en un deporte históricamente abarcado por hombres.

Pero aún más grave es la cobertura periodística -si se le puede llamar así- que se le da ciertas jugadoras. Basta googlear el nombre de Viviana Michel, recientemente fichada por América.

Publicación Facebook | Récord México
Publicación Facebook | Récord México
Nota de sitio | El Siglo de Torreón

Nota de sitio | La Opinión
Nota de sitio | La Opinión

Como estas, hay muchas notas y posteos más. Pocos medios se decantan por hablar de las habilidades de la jugadora o siquiera informar simplemente el fichaje, la mayoría hace alusión a "su belleza" o a lo que hace o no hace en Instagram. Pareciera que para estos medios, la mujer deportista es tan solo sinónimo de aparador para atraer miradas, algo que, a gran escala atrae muchos problemas de inequidad.

Y es que pareciera que ni el deporte podemos dejar de portarnos como bestias. Tratamos a la mujer como un simple atractivo, descalificamos su opinión y, para colmo, nos hacemos los agredidos cuando en realidad somos victimarios, como en el sonado caso de Maria Fernanda Mora, quien fue víctima de acoso en vivo y muchos parecían más preocupados por justificar la lamentable agresión o culpar a una reportera que, simplemente, hacía su trabajo como cualquiera de nosotros.

Twitter | María Fernanda Mora

No se trata de hacer como que no pasa nada, o de creer que son hechos aislados. Se trata de tomar consciencia del impacto de nuestros actos y de fomentar y predicar el respeto a toda costa; no porque sean mujeres, sino porque son personas. Ya basta de estereotipos y paradigmas dignos del siglo pasado, basta de descalificativos. Que el feminismo sea el quinto grande. Por ellas y por nosotros también