El Clásico Nacional del futbol mexicano en su edición 175, se vivía en territorio azulcrema; un estadio histórico y emblemático para el balompié azteca y que, por lo regular, le sienta bien al Guadalajara.

Era la jornada 7 del Invierno 2000 cuando Chivas y Águilas se verían las caras nuevamente en el Estadio Azteca. En el pasado torneo (verano 2000), el Rebaño goleó 3 goles a 0 en el Estadio Jalisco y buscaban hacer la misma proeza en un lapso menor a un año.

Los pupilos de Jesús Bracamontes venían de ganarle a 'La Franja'; eso significaba su primer triunfo del torneo y Chivas registraba una marca de un ganado, un empatado y cuatro perdidos. Por otro lado, los de Coapa llegaban al Clásico tras empatar contra Irapuato y su marca era de dos ganados, un empate, y tres perdidos.

Chivas estaba más urgido del triunfo; en la jornada 2 ya había perdido su clásico contra Atlas y sumar de a tres y aumentar el estado anímico, ya era prioridad, pero era un panorama complicado debido al mal torneo que estaba teniendo el rebaño.

Armando Archundia sería el árbitro central del partido y el Clásico Nacional comenzaba muy movido. La primera mitad se caracterizó con emociones tanto en el arco de Oswaldo Sánchez y el de Adolfo Ríos. Tanto América como Chivas tuvieron la oportunidad de manejar el balón y llegar al área rival con mucho peligro, sin embargo, la falta de gol era el principal padecimiento en los primeros 30 minutos del cotejo.

Los pupilos de Gonzalo Farfán se acercaron a abrir el marcador cuando un remate de cabeza de Fabio Moreno, quien estuvo muy participativo, pero poco fino, quiso sorprender a Oswaldo Sánchez.

No obstante, Gustavo Nápoles se haría presente cuatro minutos después de la primera media hora del partido con una excelente definición tras una asistencia de ‘medio gol’. Chivas ya lo ganaba por la mínima y el estado anímico de las Águilas se vendría abajo.

América pudo irse al descanso con el marcador igualado, pero Fabio Moreno seguía sin tener fina la puntería y con una oportunidad clara de gol tras un remate de cabeza, el balón terminaba desviado del arco rojiblanco junto con la aspiración que tenían los azulcrema por empatar el encuentro.

Para la segunda mitad, el balón continuó circulando por ambas canchas, pero la posesión y dominio le pertenecía al Guadalajara. Chivas fue quien encontró el espacio por derecha, y tras varias llegadas al área rival, la ventaja aumentaría al 81’. Héctor Del Ángel se encontraba desbordando en la banda derecha y al querer mandar un centro al área, un desvío y una fallida cobertura defensiva de Duilio Davino, terminaría en un autogol.

La recta final del Clásico Nacional fue de dominio rojiblanco. Se le vino la noche a los de Coapa con el autogol y posteriormente con la expulsión de Duilio Davino tras una fuerte entrada sobre ‘El Chima’ Ruiz.

América deslució, se vio desconcentrado y desesperado por ir al frente; eso provocó que llegara el tercer tanto y finiquitara el Clásico Nacional con un triunfo tapatío.

Al 90’ ya se escuchaban los ‘olé’ de la tribuna, y se desataría la locura total cuando Jorge Arreola, con un potente derechazo, anotara el tercer tanto del encuentro.

Las Águilas no supieron valer la localía y nuevamente caerían por un marcador de 3-0 en el mismo año a manos del Rebaño Sagrado. El Clásico del futbol mexicano se pintó rojiblanco en un duelo que, aunque no fue espectacular, los goles valieron los 90 minutos.