Un torneo de pesadilla está a punto de terminar para Monarcas. Los planes no salieron, donde el objetivo principal era regresar a Liguilla tras quedarse en la orilla el torneo pasado. Ahora es momento de analizar y reestructurar la plantilla y la parte directiva.

Plantilla limitada

En cancha, varios jugadores que tenían un segundo llamado para ganarse un lugar en el equipo simplemente quedaron a deber. Carlos Fierro, Irven Ávila, Rodolfo Vilchis, Ray Sandoval y Miguel Sansores son algunos de esta plantilla que no lograron afianzarse con Roberto Hernández y Javier Torrente en lo que lleva de partidos con los michoacanos.

Los futbolistas mencionados anteriormente no tuvieron continuidad ya sea por baja de juego o por lesiones, siendo el primer factor el punto clave para que sumaran más minutos en Copa MX, donde tampoco pudieron brindar su mejor nivel. Este motivo sería suficiente para ser puestos transferibles en el próximo periodo de transferibles, a excepción de Sandoval quien estará fuera de las canchas más de 6 meses por lesión. 

Por otra parte, la zona defensiva será un tema a atender por Torrente. Monarcas ha recibido en 14 juegos, 23 goles. Esto no es novedad ya que en el Apertura 2018, las anotaciones en contra fueron 26 en las 17 jornadas disputadas, cifras que permiten entender que la parte baja necesita una renovación. Cabe señalar que esta parte del equipo solo fue reforzada con Alberto Acosta para el Clausura 2019. La falta de variantes en defensa y ataque, con bajas de juego y lesiones, propiciaron que se dejaran varios puntos valiosos que hoy los tendrían en otra zona de la tabla.

Un líder en directiva

La gestión deportiva deberá ser atendida por la directiva michoacana, donde quedaron evidenciadas varias deficiencias. Un desatención que llevó al despido de Hernández fue la ausencia de un director deportivo que analice y decida sobre el equipo varonil, las categorías menores y el equipo femenil.

En el caso del primer equipo (varonil), la falta de refuerzos con un buen historial ha sido la mayor queja de la afición en los últimos torneos; también la falta de transparencia en asuntos importantes como objetivos del club, toma de decisiones con jugadores, entre otros.

Sin duda, faltaran más temas por tratar en Morelia rumbo al Apertura 2019. La historia deberá cambiar radicalmente para lograr una nueva reconciliación entre club y afición, relación que ha sido desgastada en los últimos años.