Pasaron 2 años y 26 días para que de nueva cuenta, Omar Bravo pudiera volver a disputar un partido profesional; pero hace ya 3 años, 1 mes y 3 días que no jugaba en el futbol mexicano. La derrota de Leones Negros (0-1) ante Cafetaleros en la Copa MX fue el marco para el regreso del histórico delantero mexicano a las canchas, para volver a sentir la adrenalina que solo se vive en el terreno de juego.

Sus últimos minutos que jugara como profesional en México antes de volver al retiro fueron con Chivas y portando el gafete de capitán, con ese mismo brazalete, pero ahora enfundado con la casaca de Universidad de Guadalajara. Marcaban las 7 de la noche en el Coloso de la Calzada Independencia, cuando ante 2,200 espectadores el delantero mochiteco hacía de forma oficial su regreso al futbol.

Con 39 años de edad, es más que evidente que a Omar Bravo le costará en este reinicio de su carrera, porque las piernas ya no funcionan como antes y al ser un partido de Copa MX, el grueso de los equipos utiliza jugadores jóvenes. Pero Bravo es realista, no puede competir al uno a uno contra un defensor en temas de velocidad, pero él tiene la inteligencia para que con un movimiento quede de frente al arco.

Fue precisamente así, con sus recortes que hizo toda la vida con Chivas, que tuvo su primera gran oportunidad de anotar con la U de G al minuto 8, pero el balón se fue por un lado. Con todos los contras que hay para Omar, debido a su edad, poco le importa al histórico goleador del Guadalajara porque sigue haciendo el mismo sacrificio que hacía a los 25 años de bajar a su propia área a pelear los balones y ayudar a sus compañeros.

Aunque el resultado no fue el que se esperaba para el gran regreso de Bravo, Omar pudo tener la oportunidad de sentir esa adrenalina que ya no tenía una vez había anunciado su debut. Ahora, el atacante continuará trabajando con los Leones Negros para ir, poco a poco, retomando su nivel para colaborar no solo en experiencia al equipo de Ricardo Rayas.

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