La Liga MX Femenil ha dado inicio con su primera edición del año 2020. Aunque sólo llevamos tres jornadas, el nivel mostrado por los 18 equipos ya nos da indicios de cuáles serán los rivales a vencer en este nuevo ciclo. Uno de ellos ya está claro: el Atlas de Guadalajara.

De la mano de Fernando Samayoa, las Rojinegras han demostrado que siempre son un equipo contendiente a pelear en los primeros puestos de la máxima categoría del fútbol femenil mexicano. Sin embargo, este arranque de torneo ha sido especialmente esperanzador para las tapatías, pues han ganado el total de los tres partidos que han disputado.

Dando cuenta de Necaxa, Monarcas y Cruz Azul, el Atlas ha logrado un paso perfecto que lo coloca en la cima de la tabla general, posición que comparte con el América.

Incluso al haber dado de qué hablar por no reforzarse en el mercado de pretemporada, la escuadra de Samayoa ha sabido aprovechar varios puntos a favor que la convierten en una seria amenaza para el resto de equipos de la liga.

Un equipo con buena química

Al ser el fútbol un deporte de conjunto, una obviedad que a veces se deja pasar es que, mientras mejor se lleven y más se conozcan los componentes de un grupo, mejor será su funcionamiento colectivo. En la rama femenil de 'La Academia', jugadoras y entrenador técnico llevan ya varios años trabajando juntos. Incluso las jóvenes que se incorporaron este torneo son ya conocidas por Fernando Samayoa, quien dio el visto bueno para su pase al primer equipo.

Lo anterior se hace evidente cuando uno ve un partido de la 'Furia'. Pareciera que las futbolistas saben exactamente qué es lo que van a hacer sus compañeras, en dónde estarán colocadas y qué ventajas tienen sobre las rivales. Esta es una virtud que se logra con el tiempo, factor que las Rojinegras han compartido bastante.

Versatilidad en el once

Se ha hablado largo y tendido sobre que, para una buena parte de este torneo, el Atlas no contará con Joana Robles y Adriana Iturbide, dos de sus futbolistas más experimentadas y peligrosas. No obstante, también se ha mencionado que estas bajas no son tan sensibles para el equipo del Paradero, pues en sus filas existen jugadoras más que capaces de llenar estos huecos.

Pero algo que no se ha tocado tanto es el hecho de que este Atlas ha sabido encontrar soluciones a lo que se presente durante un partido desde adentro del terreno de juego. Una suerte de fútbol total, si se quiere ver así.

Guardando las evidentes proporciones, el estilo de juego de Samayoa recuerda en algo a la 'Naranja Mecánica' de Rinus Michels. A ninguna jugadora le duele abandonar su posición y ocupar otra cuando llega a ser necesario. Basta con ver el caso de Fabiola Ibarra, la goleadora que, muy frecuentemente, termina los partidos como lateral izquierda.

Y éste es sólo un ejemplo. El equipo del Paradero tiene la peculiaridad de arrancar los encuentros con, por lo menos, tres futbolistas de ataque. Conforme pasan los minutos, si las circunstancias lo ameritan, el cuadro puede poblar el medio campo y quedarse con una sola delantera sin necesidad de quemar sustituciones. Esta versatilidad, muy evidente en los albores del Clausura, resulta bastante útil para ganar partidos.

El aspecto físico

Cuando la Liga MX Femenil recién veía sus primeras luces, el Atlas era uno de esos equipos que arrancaban muy bien los partidos, pero que sus jugadoras terminaban por fatigarse y perder el dominio en los minutos finales.

Esta debilidad fue bien diagnosticada y atendida por el cuerpo técnico del club en los últimos torneos, a tal grado que las Margaritas se han convertido en unas de las futbolistas más resistentes al cansancio del país.

No son pocos los conjuntos que han declarado que les cuesta jugar en el 'Pistache' Torres, pues lo consideran un campo muy pesado. En el Apertura 2019, el Atlas dejó ir puntos importantes en su casa, pero, si pueden aprovechar a su favor las dificultades que su estadio le causa a las visitantes, el buen desempeño de las tres primeras jornadas no hará más que mejorar.

La cosecha de puntos no es sencilla en una liga tan impredecible como la MX Femenil. El estratega rojinegro le puso a su equipo el objetivo mínimo de alcanzar las semifinales. Si esto será posible o no, sólo el tiempo lo dirá. Pero, si el club tapatío continúa por el rumbo que ha trazado hasta ahora, su afición tendrá buenos motivos para ilusionarse.