Con la llegada de Rafael Puente al banquillo del Atlas, el primer cambio significativo en el equipo fue el parado táctico, pues Atlas comenzó a jugar con una línea de 5, algo que no es muy común con los zorros. Jugar con este esquema pondera el ataque por las bandas, se necesitan carrileros de gran desgaste, alguien que pueda llegar a línea final a centrar un balón y que en la siguiente jugada pueda cerrar en su propia área para evitar una jugada de gol.

Una de las opciones que tiene el estratega rojinegro es Jesús Isijara, quien fue titular la temporada anterior y que, durante la primera parte de la temporada, mostró un fútbol práctico pero efectivo, anotando 4 goles y tuvo una buena efectividad de pase; después de su lesión, le fue imposible recuperar el nivel y la titularidad en el cuadro. Una de las características del jugador es enfrentar en el mano a mano, lo hace con frecuencia y tiene las habilidades para ganar el duelo. En parte baja podemos ver las carencias de su juego, si bien tiene un gran desgaste y puede bajar a realizar coberturas defensivas, en un mano a mano en zona baja tiene mayores probabilidades de perder, pues se caracteriza más por ser un atacante, lo que deja desprotegida esa primera línea en la banda izquierda.

Otra opción para ocupar el puesto es el joven, Ulises Cardona, quién fue el elegido por Puente para ser titular en su primer partido a cargo del banquillo rojinegro. El lateral tiene varias temporadas con la institución y nunca ha logrado hacerse de la titularidad absoluta en el equipo. Esto podría sembrar dudas en el estratega para seguirlo alineando como titular, más aún después de lo mostrado frente al Morelia, donde el equipo fue superado futbolísticamente hablando y recibiendo una dolorosa derrota. Cardona tiene velocidad, cuando logra llegar a línea de fondo, busca realizar buenos centros y ganar los enfrentamientos individuales, sin ser este su fuerte. De darse la oportunidad de estar de cara al marco, Ulises ha demostrado buen golpeo de media distancia, algo que puede ser elemental para abrir partidos cerrados. De los jugadores que mencionamos, es quien tiene mejor desempeño defensivo, sin llegar a ser un gran marcador, ha destacado en el mano a mano contra los atacantes rivales.

La última opción para la lateral rojinegra es Mauricio Cuero. El colombiano no ha mostrado lo que se esperaba desde su llegada a Atlas en el torneo anterior, donde se cuestionaron no solamente sus minutos de juego, sino también su contratación. La mayor ventaja que tiene Cuero sobre sus compañeros y rivales es su gran velocidad, lo que le permite tener largos despliegues por la banda, ya sea para cortar un ataque o para llegar a línea final y colocar un centro. El problema con el jugador recae por la falta de confianza que le generan las críticas e insultos por parte del respetable; tener una mala participación de su parte no es perdonado por la afición. Si hablamos estrictamente de fútbol, su mayor problema es su aceleración dentro del campo, nos referimos meramente a que es un jugador atrabancado, que está pensando en meter un centro cuando ni siquiera ha recibido la pelota; además, no ha mostrado un buen golpeo de balón y, sus coberturas en zona baja muestran deficiencias al defender, situación peligrosa para el equipo, ya que debido a la intensidad con la que juega, sería un foco rojo para faltas y tarjetas que generen pelotas paradas para el adversario.

Foto: José Acosta//VAVEL
Foto: José Acosta//VAVEL

Definitivamente, Rafael Puente del Río no tiene una labor sencilla, debe cambiarle la cara al equipo y recomponer el paso en busca de un boleto a la liguilla. Las dudas no solamente están en la banda izquierda, pero esta zona es fundamental para el ataque rojinegro. Solamente con el paso de las jornadas sabremos quién será el ideal para el equipo y si Puente puede impregnar esa idea de juego que mostró en sus equipos anteriores y así divertir a la afición atlista, como lo prometió en su presentación como entrenador del Atlas.