No existe la palabra amistoso cuando se enfrentan Chivas y América. Los protagonistas del Clásico Nacional se vieron la cara en la Copa GNP por México, donde llovieron los goles y al final el Guadalajara se alzó con el triunfo, pese a la constancia de los azulcremas por tratar de alcanzar a su rival durante el trámite de juego.

Arrancó el partido, Chivas movió el balón y la motivación estaba a distancia, su técnico Luis Fernando Tena ahora no los acompañaba en el banquillo, el entrenador del Rebaño dio positivo a COVID-19 y no viajó a la Ciudad de México; la esférica comenzó a rodar en el tapete verde, el Guadalajara fue al frente, Alexis Vega cedió a José Juan Macías sólo para conducir un par de metros y definir raso y cruzado venciendo a Guillermo Ochoa. 22 segundos le tomó a los tapatíos adelantarse en el marcador. 

El golpe tempranero retrasó el asentamiento de las Águilas en el campo, hasta cerca de la media hora tomaron la batuta en la ofensiva. El jugador clave para ello fue Sebastián Córdova, quien generó dos ocasiones de gol, en la primera buscó asistir y en la segunda intentó a puerta, pero en ambas Toño Rodríguez actuó oportunamente. 

Sin embargo, cuando Chivas se encontraba en mayor riesgo de que lo alcanzaran en el marcador, logró ampliar la ventaja a dos goles. Al 34’, surgió la triangulación entre Jesús Angulo, José Juan Macías y Alexis Vega, dejando a éste último frente a Ochoa para mecer las redes. 

Aun así los dirigidos por Miguel Herrera no claudicaron y un par de minutos después tomaron oxígeno al recortar distancias. Desde la izquierda Giovanni Dos Santos puso un balón a segundo poste que fue conectado de cabeza por Federico Viñas.

En el complemento América continuó avante en el ataque, Chivas comenzó a ceder en el peligro a sabiendas de la ventaja. Miguel Herrera realizó cambios para refrescar las ideas ofensivas y en una oportunidad en las afueras del área al 69’, Sebastián Córdova consiguió el tanto del empate luego de poner lejos el balón del alcance de Toño Rodríguez con un disparo de media distancia. 

Pero el esfuerzo azulcrema se vio opacado. La constancia del América a lo largo del compromiso se vio ofuscado a diez minutos del final. Miguel Ponce disparó a puerta, el portero americanista detuvo el impacto, pero dejó el rebote del balón a Ángel Zaldívar definiendo con total libertad. 

Isaac Brizuela acrecentó la diferencia a dos goles a los tres minutos con un impacto de zurda, poco habitual en el jugador rojiblanco; los rojiblancos celebraron con euforia y el partido parecía liquidado, pero Ibargüen le puso sabor al ocaso del compromiso anotando, aunque el tiempo ya no alcanzó para igualar el juego.