Con la llegada de Diego Cocca al banquillo rojinegro, uno de los beneficiados fue Édgar Zaldívar, que regresó jugar en su posición natural, pivoteando al lado de Lorenzo Reyes en el centro del campo, dándole equilibrio a la media cancha y una mejor proyección al frente. Zaldívar fue uno de los mejores jugadores del partido, teniendo unos buenos 90 minutos, incluyendo el gol que le dio al Atlas la victoria sobre Querétaro. 

Desde su debut Zaldívar es unos de los canteranos con mayores expectativas, sin embargo no ha logrado convertirse en un referente del club. La baja de juego y los experimentos de entrenadores anteriores, como Ángel Hoyos y más recientemente Rafael Puente Jr., han detenido su desarrollo como futbolista al no desempeñarse en una posición cómoda para él

Zaldívar llegó a desempeñarse como lateral en la mayoría de los casos, su buen toque de pelota y proyección al frente, le daban una aparente ventaja sobre sus compañeros, sin embargo, en sector defensivo fue donde presentó las mayores carencias en su fútbol, volviéndose un flanco débil.

Quizás su peor actuación llegó en la fecha 2 del actual Guard1anes 2020, cuando Rafael Puente Jr. decidió experimentar nuevamente con Zaldívar y alinearlo como defensa central, tras la baja de Brayton Vázquez por suspensión.

Édgar Zaldívar no desconocía la labor de defender, pero si la posición, por lo que el partido fue complicado tanto para él, como para su equipo, tenido un complicada actuación. Su mala marca, sobre todo por aire, desembocaron en los goles de Juan Ignacio Dinenno para derrotar a Atlas.