Segunda fecha doble en el Guard1anes 2020. En esta ocasión, los Rojinegros enfrentaron a rivales que, en la previa, lucían como escenarios totalmente distintos: Monterrey y Mazatlán. En ambos encuentros, la Furia empató a un gol, y, evidentemente, el punto obtenido se evalúa de manera diferente con cada rival.

Ante Rayados, el empate fue bien recibido por la afición atlista, a pesar de que la ventaja se perdió faltando cinco minutos para el final. Caso contrario fue el resultado obtenido contra los Cañoneros, y eso que fue el Atlas el que se recuperó de ir abajo en el marcador. Y es que, mientras que Monterrey se veía como una parada difícil, el encuentro contra Mazatlán parecía ganable.

A pesar de dos resultados idénticos que dejan sensaciones muy distintas, esta semana dejó mucho que analizar en 'la Madriguera'. La mejora con Diego Cocca es indudable, pero hay ciertos aspectos en los que se sigue esperando una mayor evolución.

El equipo sigue sumando

Aunque hayan sido un par de empates, sumar dos puntos en dos jornadas es bastante más de lo que podía decirse del Atlas al arranque del torneo. De hecho, de 15 unidades que se han disputado con Cocca en el banquillo, el Atlas ha conseguido 8, lo cual habla de un avance muy importante no sólo en el accionar, sino también en la efectividad.

Con lo anterior, no quiero decir que el Rojinegro deba convertirse en un equipo conformista para el que los empates sean suficientes. Pero es innegable que, poco a poco, los resultados van en camino ascendente, y un claro ejemplo es el punto obtenido en el 'Gigante de Acero' de Monterrey, plaza en la que los Zorros nunca habían podido sumar.

Por desgracia, Equipo del Paradero dejó ir unidades en un arranque relativamente sencillo, y ahora se viene la parte más complicada del campeonato. Atlas tendrá que mostrar de qué está hecho ante rivales como Pachuca, Chivas, América y Tigres, aunque los buenos resultados contra Cruz Azul y Rayados dan esperanzas de poder conseguir victorias sorpresivas e importantes.

Falta la parte de arriba

Como se ha dicho ya en muchas ocasiones, el nuevo entrenador atlista prioriza el orden y la solidez defensiva. Con respecto a procesos anteriores, el avance en este renglón es evidente, pero, ahora, toca comenzar a pulir la ofensiva.

Javier Correa e Ignacio Jeraldino no aportan nada al equipo. Eso ya ha quedado claro. Encima, Ozziel Herrera está recibiendo más oportunidades, pero sigue sin poder aprovechar los minutos que le son otorgados.

Pero el problema en la delantera atlista no está pasando solamente por errores individuales. Aunque Luciano Acosta sigue mostrando grandes dotes técnicos y Renato Ibarra se acopla cada vez más al conjunto, el equipo carece de imaginación. Nadie saca recursos ni básicos ni complejos, y pareciera que, en cuanto hay un defensa rival enfrente, la única opción es tocar para atrás.

En la conferencia de prensa posterior al partido contra Mazatlán, Cocca dijo que, a partir de ahora, ya no va a conformarse y comenzará a trabajar en variantes ofensivas. Esto me suena a que, con la defensa ya bien ordenada, el Atlas se enfocará en las transiciones hacia adelante. Si la mejoría es tan buena como la que hubo en la última línea, 'la Fiel' puede esperar buenos resultados muy pronto.

La gran ausente es la cantera

En la fecha 10, ante el equipo de Sinaloa, el Rojinegro inició el partido sin un solo producto de fuerzas básicas por segunda vez en el torneo. No sólo eso, sino que, de los once titulares, ocho eran extranjeros.

Ya se habló sobre Ozziel Herrera y su poca efectividad en los minutos que ha recibido. Pero también es cierto que, ante lo muy poco productivos que han resultado los delanteros titulares, la cantera es la opción más cercana para llenar ese hueco (insisto con Christopher Trejo y Jairo Mungaray, que está haciendo goles importantes con el equipo sub-20). Otro futbolista que ha recibido la oportunidad es Alan Reyes, quien lo ha hecho bien entrando de cambio.

Ahora, a pesar de lo anterior, lo que necesita el Atlas es sumar puntos. Lamentablemente, parece que el director técnico ha encontrado confianza fuera de la cantera, y los resultados lo han respaldado.

Ojo, que esto no se entienda como que Diego Cocca no piensa utilizar a los egresados de la Academia. Al contrario, el argentino ha dicho que, ahora que ya lleva un tiempo en el club, debe empezar a conocer más a los jóvenes del plantel. Si dos o tres canteranos pueden incorporarse a este nuevo Atlas, podremos hablar de un saldo más que positivo en los inicios de Cocca al frente del primer equipo.

¿Para qué está este Atlas?

De momento, yo diría que para evitar el último lugar de la porcentual y, tal vez, para buscar clasificar a la Liguilla vía repechaje. Nada más. Ningún miembro del club, ni jugadores, ni cuerpo técnico, ni directivos, ha dicho nada sobre aspirar al campeonato o a los puestos altos de la tabla. Sensatez, se le llama. Que el buen arranque de Cocca en el banquillo no nos saque de nuestra realidad.

Esto no es un mal escenario en lo más mínimo. ¿Quién, al iniciar el Guard1anes 2020, pensó que los Zorros iban a ser un equipo que terminara en la primera mitad de la clasificación? Yo estaba seguro de que el equipo iba llevarse el descenso simbólico (con su respectiva multa), y hoy ya no lo veo tan claro. Esto es, de nuevo, un gran avance, si se me permite decirlo.

Con la solidez defensiva que ha mostrado el Atlas desde el cambio de entrenador, la afición puede comenzar a presupuestar puntos que antes se daban por perdidos. Pero el nuevo proyecto debe llevarse paso a paso, y los frutos más dulces no los disfrutaremos durante el semestre en curso.

Diego Cocca ha resultado una buena adquisición para la Furia, pero debemos tenerle paciencia y no exigir objetivos que, hoy por hoy, están fuera de su alcance.