De estar en una buena racha peleando por el liderato a perder en dos ocasiones de forma consecutiva con el riesgo de caer hasta el cuarto sitio, Atlante hizo poco y cayó por la mínima ante el Tampico Madero en la capital mexicana.

A diferencia de otros compromisos, los pupilos de Mario García entraron confiados y dormidos, haciendo muy poco en ambos lados del terreno hasta que José Dávila, al 13, aprovechó a una defensiva azulgrana que no le marcó dentro del área y, con complacencia de Humberto Hernández, marcó el primer y único tanto del juego.

Poco a poco los azulgranas intentaron reaccionar, destacando que las más peligrosas llegaron por conducto de Vladimir Moragrega con un par de cabezazos que salieron desviados de la meta rival.

Pablo Gómez y Luis García, quien venía de una lesión, pasaron desapercibidos en gran parte del juego, aunado a un Ronaldo González que estuvo muy impreciso.

Tampico cedió un poco el terreno en el segundo lapso, pero al Atlante, como le ha acontecido en varias ocasiones a lo largo de la temporada, llegó a ser bastante repetitivo en jugar por los costados para meter el servicio, buscando que Moragrega o Lizandro Echeverría pescaran el del empate.

Verse abajo tan temprano no ayudó al equipo que cayó en la desesperación y que, en los últimos 20 minutos, se pudo haber “comido” otros dos tantos sino hubiese sido por las fallas de los delanteros de la Jaiba Brava.

Con más corazón que con buen fútbol sobre la recta final bombardearon el área tamaulipeca con centros, donde Echeverría tuvo la del empate en el tiempo de compensación cuando el portero se techó, pero su cabezazo se fue a un costado.

El aspecto físico será un tema a tratar y reponerse, pues en un lapso de ocho días afrontar tres partidos no fue fácil. Ahora tendrán tiempo para reflexionar, mejorar y preparar el juego del próximo martes en casa del Tepatitlán.

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