En la historia del fútbol de Jalisco, diferentes jugadores han militado en Chivas y Atlas. Entre los casos más recientes se encuentran Antonio Briseño y Cristian Calderón, quienes surgieron de las fuerzas básicas de los rojinegros, pero hoy el destino los tiene en el Guadalajara.

El caso del “Pollo” Briseño resulta particular, pues demuestra en diversas ocasiones su afecto al club rojiblanco. Pese a haber debutado en el futbol profesional con los Zorros, tiene aprecio a Chivas ya que asegura que lo que vive en el redil no lo encontrará en otro equipo.

“Claro que me genera algo especial y eso me motiva más para ganarles. Me hace sacar eso de adentro. Uno en la vida va viviendo experiencias diferentes y con base a eso decides lo que te gusta o no y me estoy dando cuenta que Chivas es el club más importante y que lo que hay en este club no lo voy a vivir más, es único e irrepetible”.

Ante esa duda de qué o cuál fue la determinante para inclinarse por los colores rojiblancos, Antonio Briseño señaló la grandeza del club, pero sobre todo el trato humano de la directiva y el cariño de la afición. Algo que algunos jugadores no logran dimensionar agrega.

“Lo que encontré en Chivas fue la grandeza del club, la grandeza del directivo que te habla. He tenido directivos de todo y creo que el trato que me dieron en lo personal fue el mejor trato que uno puede tener. Muchas veces los jugadores no dimensionamos que es una inversión importante, se están gastando muchos millones en ti y si eso no hace que uno como futbolista se sienta valorado, no sé qué más. La forma en que me trató Chivas y ya estando aquí toda la gente que rodea a la institución eso lo hace diferente”.

“Me van a decir a lo mejor está hablando de más, pero cuando llegué, desde el primer momento, me empecé a dar cuenta de la magnitud del equipo en que llegaba. Ahí me doy cuenta y voy empezando con la magnitud que es Chivas. Los primeros partidos en Estados Unidos., estadio lleno y mucha gente de chivas, es espectacular, nunca lo había vivido. Llega el primer partido en el Akron, meto gol, se entregan a mí y me sentí querido, con mucha confianza. Todas esas vivencias hacen que te enamores de este equipo, hasta no estar aquí te das cuenta de lo importante que es la institución”, añadió el “Pollo” Briseño.

Ahora, con el Clásico Tapatío en puerta, siguió mencionando al club con el que debutó, afirmando que del lado del rival triunfar en el clásico los hace caer en un colchón por la falta de resultados, mientras que en Chivas la exigencia debe ser obligatorio ganar.

“Repercute diferente para cada uno, si nosotros ganamos es un objetivo para pasar a la liguilla y estar siempre peleando títulos y del otro lado te da un poco más de colchón por si no consigues los resultados. No es un partido más, lo tenemos que ganar sí o sí, pero eso hace que no nos enfoquemos solo en el clásico, sino también en el siguiente partido que es igual de importante. La exigencia no es la misma de estar en Chivas y a lo mejor ganar un clásico te hace estar relajado algunas semanas”.