Muchas veces, existen historias sorprendentes, llenos de éxito y de pasajes inolvidables, que merecen ser contadas por siempre. En algunas ocasiones, esos relatos tienen a una de las mejores protagonistas, con una calidad profesional y humana que queda a la vista con tan sólo pocos minutos de conocerla, y con una actitud positiva que te contagia al primer instante. Así es Analí Zárate Bravo, estudiante de matemáticas aplicadas y jugadora de fútbol en los fines de semana con Coyotas de Tlaxcala, y quien se ha encargado de poner en alto el nombre de Tlaxcala y de todo México en la Homeless World Cup de Polonia 2013

Toda historia tiene un principio

El fútbol llegó a la vida de Analí desde muy temprano, pues la futbolista aseguró que fue su ambiente la que la llevó a desarrollar esta pasión por el balompié: "Creo que tenía unos cuatro o cinco años. Tengo puros hermanos y a mi papá le encanta el fútbol y yo creo que fue ahí en mi casa, porque siempre había balones de fútbol. He jugado este deporte desde le Kínder, y a la hora del recreo me encantaba jugarlo, de vez en cuando otra cosa, pero casi siempre era fútbol".

Sin embargo, los entrenamientos formales llegarían a la vida de la tlaxcalteca hasta los 13 años: "Mi papá era muy exigente y no me dejó jugar en un equipo hasta que me pusiera a entrenar, entonces, a los 13 años fue mi primer entrenamiento en la Escuela de Educación Física y después me dejaron jugar la Copa Telmex con ellas. Entrene con el equipo de Lobos de Tlaxcala de Tercera División, siempre iba cuando hacían entrenamiento físico, estuve con Cruz Azul, después Unión Tlaxcala, y hace seis años, entré a Guerreras, que posteriormente se convertirían en Coyotas.  Creo que nunca jugaría en un equipo que no fuera de Tlaxcala, porque quiero mucho a mi estado. Que no le digan nada a mi Tlaxcala porque me enojo (risas)".

La gran pasión y entrega que la jugadora ha tenido a los largo de su carrera, salieron a flote al ser cuestionada sobre el mejor equipo en el que ha estado: "No puedo decir que tal equipo es el mejor que he estado, porque todos han sido buenos y a todos los quiero mucho. Algo con lo que me quedo, es que en cada uno de ellos encuentras ese calor de las personas, de mis compañeras, es algo muy bonito. Siempre quieres algo perfecto pero no se puede, en todos los equipos siempre se tiene un detalle, pero eso es lo bonito, que nunca es lo mismo. He tenido momentos muy emotivos con cada equipo, momentos en los que dices, esto no lo cambio por nada. Es la gente que está ahí la que hace ese momento. Amo al fútbol y me he entregado totalmente a todos mis equipos. Haces esto, no en busca de algo económico. No. Lo haces porque te gusta"".

Final Clausura 2015 de la Superliga en la LIMEFFE

Con aquella sonrisa que parece nunca dejar su rostro, Analí recordó uno de los momentos más agradables que ha tenido dentro del fútbol: "Existe un momento que recuerdo. En la final de la Copa Telmex del 2011. Fue un torneo de seis partidos en cinco días. Tienes que estar a todo lo que das, porque es una competencia nacional. Llegamos a la final y perdimos 2-1, pero ese torneo fue algo muy importante, porque nos entregamos como no tienes idea. Me acuerdo que estábamos calentado para la final, y estábamos muy adoloridas. Pero lo más importante era que éramos un equipo, las que estábamos en la cancha, las que no estaban y nuestros entrenadores, y eso nos ayudó, porque nos enfrentamos a muy buenos equipos, con mejor técnica que nosotros, pero nosotros éramos totalmente un equipo".  

Su gran guía

Dentro de la vida, existen personas que nos sirven como un apoyo incondicional, guías que nunca nos permiten rendirnos y que están con nosotros en los buenos y en los malos momentos. Para Analí, este rol en su historia fue ocupado por su entrenador en casa, su papá: "He tenido muchos entrenadores, pero el que siempre ha estado conmigo ha sido mi papá, que ahorita es auxiliar en Coyotas. Él siempre estuvo conmigo, desde que me dijo que estaba muy 'bolita' para jugar fútbol y que tenía que hacer ejercicio (risas). Desde ahí empezó todo. Tenía ocho años cuando le di toda la vuelta a la cancha y estaba llorando porque me sofoqué, desde ahí estuvo él y me ha acompañado en todo este proceso. Tengo que diferenciar. Durante dos horas es tu entrenador, pero ya después lo puedo abrazar y todo eso, pero durante el entrenamiento, soy como cualquier jugadora más".

El largo camino que existe entre los obstáculos y nuestros sueños

Triunfar en la vida no es fácil, y aunque hagas lo que más te guste, siempre encontraras pequeños o grandes obstáculos, el camino jamás estará libre para que consigas tus sueños. Analí nos comentó algunas dificultades que sufrió antes de llegar a ser la futbolista que es ahora: "Ser mujer, y jugar fútbol es muy difícil. Siempre están los prejuicios. Cuando estaba entrenado en Lobos no me dijeron nada, pero de pronto, se enojaban porque corría más rápido que algunos, nunca me dijeron nada, pero lo sientes. En la primera y la secundaria fue cuando sufrí más de todo eso, porque no se daba mucho en ese tiempo que las mujeres jugaran fútbol. Te dicen que pareces niño porque juegas fútbol, pero lo importante es que sepas lo que quieres. Al principio te afectan los comentarios, inclusive alguna vez lloré".

A pesar de ser un gran representante de la pureza de este deporte, la realidad del fútbol femenil es muy cruda en nuestro país, así lo confirma la tlaxcalteca: "El fútbol femenil no es muy apoyado, y con Guerreras sufrimos mucho, porque cuando teníamos que viajar pues si era caro. Imagínate, todas éramos estudiantes, y si te apoya tu papá pues que bien. En un viaje cercano, por ejemplo a México, todas teníamos que dar mínimo 300 pesos, y aparte la comida. En una temporada habíamos llegado a semifinal, y la perdimos porque no teníamos para ir. Es muy difícil el fútbol femenil. Ojalá que algún día, las dos ligas que existen en México se junten y hagan un proyecto en todo el país. Si la Federación diera más apoyo al sector femenil, todo sería mejor, porque al final creo que todos damos dinero a la Federación, entonces creo que tienen algo de dinero para poder apoyarnos. Porque hay mucho talento, pero muchas de las compañeras se desaniman porque no ven nada. Falta mucho por mejorar. Todos debemos hacer nuestro trabajo, futbolistas, entrenadores, dirigentes, medios de comunicación, para que todo esto mejore, porque vamos a un paso un poco lento".

En busca del cambio

Como una líder nata, Analí confiesa que por el gran amor que le tiene al balompié, le gustaría poder realizar alguna acción para cambiar la situación actual del fútbol femenil: "Ahorita que estoy jugando siempre trato de hacer algo diferente. Pero a veces te quedan ganas de no ir a entrenar, porque no ves nada. Cuando no teníamos el apoyo de Coyotas, había días en que llegaba a entrenar yo sola. Pero yo me decía a mí misma que tenía que seguir yendo. Me enojaba y me frustraba, pero continuaba llegando a los entrenamientos, porque sabía que alguna compañera iba a llegar algún día de esos y después otra. Siempre he tratado de poner mi granito de arena para el fútbol femenil. Si en algún momento lo puedo hacer de otra forma, estando en algún puesto o así, claro que lo haría, porque sabemos de todas las carencias..."

"....Sabemos que a nosotras no nos va a tocar que nos tomen en cuenta para la Selección, pero es el trabajo que hacemos todas nosotras para que esto cambie, para que la generación que siga lo pueda disfrutar. Hacemos lo que nos toca y lo hacemos con mucho gusto. Se los dije a mis compañeras en la final de hace unos días, claro que tenemos una meta, pero es la satisfacción que queda de que entregamos todo, y en realidad esa es tu ganancia. Porque si tú consigues un primer lugar en el que no te esforzaste, no te sabe y no tiene caso. Es esforzarse al máximo en el fútbol y en todo".

La Copa del Mundo Homeless 2013

Cuando alguien se esfuerza de la manera que Analí lo hizo durante varios años, la recompensa siempre llega, y para nuestra gran protagonista, ese premio tocó su puerta en el 2013. Analí tuvo que pasar por un largo proceso antes de poder formar parte de la Selección Mexicana que viajaría a Polonia para disputar la justa mundialista de esa modalidad. Todo comenzó en un torneo estatal, donde fue tomada en cuenta para participar en la fase nacional. En esa etapa, su equipo llegó hasta la final, sin embargo, su escuadra perdió el encuentro por la mínima diferencia. La jugadora azteca, nos compartió su sentir al ser notificada que sería una de las representantes de nuestro país en el certamen internacional: "En ese momento tuve sentimientos encontrados, porque habíamos perdido la final, y yo prefiero que mi equipo gane, darle algo a mi equipo, que algún logro individual. Después me di cuenta que iba a representar a México, si, pero también a mi estado, porque era la única de Tlaxcala, y lo tenía que hacer bien. Estuvimos entrenando casi tres semanas en México, en el Comité Olímpico y ya de ahí viajamos a Polonia".

Pero no todo fue fácil para aquellas jugadoras que asistieron a Polonia, pues Analí confesó que algunos problemas se hicieron presentes en el vestidor: "A veces lo bonito no es lo más fácil. Y fue bonito que estuviéramos de varios estados, pero a veces te das cuenta que eres muy diferente a las chavas de otros lugares. Tuvimos problemas, pero al final logramos superarlos y ganamos el torneo. Me nombraron capitana de esa Selección, y me tocó arreglar algunas cosas, fue muy difícil. Le dije a mi mamá que tuve que rezar para poder pasarlo, y estando hasta allá. Pero eso fue lo bonito, que al final nos unimos y lo logramos".

También nos platicó acerca de su rival en la final, Chile, y de lo que más extrañó de nuestro país durante su estancia en Europa: "Todos los equipos tenían un ambiente muy bueno, pero tuvimos algo por ahí con la Selección de Chile, porque nos habíamos enfrentado contra ellas en la fase de grupos y perdimos. Entonces teníamos esa rivalidad con Chile. Nos enfrentamos a ellas en la final, y de pronto si había unos golpecitos o cosas así que no habían pasado en todo el torneo. La comida (risas). La comida de mi México no la cambio por nada, y allá si la extrañas. Las personas de allá fueron muy agradables".

Al volver a la Ciudad de México, Analí nos comentó lo que sucedió: "Ese año que ganamos, si hubo notas de lo que hicimos, pero no tanta publicidad como en este año que ganaron, tanto los hombres como las mujeres. Inclusive, fueron a ver al Presidente de la República. Y cuando nosotras ganamos, no nos llevaron, y siento que fue porque los hombres no ganaron esa vez, porque así sea el mismo deporte, siento que no se le toma en cuenta al mismo nivel a la rama femenil que a la varonil"

¿Momento de decir adiós?

Tras más de doce años ligada al fútbol de manera formal, Analí comentó que su retiro podría estar muy cerca: "Lo he pensado desde la temporada pasada. A mí me gusta entrenar, y no me gusta dejar de hacerlo, no sólo quiero llegar los fines de semana a jugar, porque siento que a lo mejor ya no puedo estar al nivel. No quiero estar en el equipo si no doy lo mejor, y ahorita ya vienen los trabajos y ocuparían todo mi día, entonces, no sé si volveré la temporada entrante".

Sin importar lo que pase, Analí Zárate tiene su lugar asegurado en el futbol femenil. Su compromiso, pasión, liderazgo y múltiples logros nunca serán olvidados por aquellas personas con las que compartió un vestidor, aquellos entrenadores que la vieron crecer poco a poco dentro del fútbol, y por nosotros, los fanáticos que agradecemos siempre la presencia de deportistas como ella, que dejen todo en la cancha y que representen con orgullo a nuestra bandera. 

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