Previo al inicio del partido ante los Cimarrones de Sonora en el Alfonso Lastras, un par de aficionados en la zona debajo de los palcos sacaron una manta en contra de los resultados obtenidos por el Atlético de San Luis.

Dicha manta contenía la leyenda "Venimos por la camiseta, no por ustedes", esto debido a los malos resultados obtenidos desde el torneo pasado y en este Clausura 2018, donde solamente se ha sumado un punto de quince posibles, situación que de no corregirse en un par de fechas les estará dejando una eliminación temprana. 

Al percatarse de la manta, de inmediato asistieron elementos de la seguridad privada del estadio para retirarles la lona que acompañaba a esos aficionados, ante la petición de los presentes de respetar su libertad de expresión misma que fue omisa y de no retirarla tendrían problemas para permanecer en el inmueble.

Cabe destacar que en los estadios únicamente están prohibidas las mantas referentes al racismo y la política, siendo esto muy claro en el reglamento de seguridad de la Liga de Ascenso, señalando esto el artículo 13: 

I) "Trapos, mantas, cartulinas y banderas monumentales; La instrucción y exhibición de pancartas, símbolos,  emblemas o leyendas que impliquen incitación a la violencia política o racismo o que estén prohibidos por la FMF".

Mientras que en el siguiente artículo se detalla que es lo que se puede ingresar: 

J) Únicamente se permite el ingreso de banderas con los colores y el escudo de los clubes participantes en el encuentro deportivo , con una medida como máximo de 1.20 m de largo por 1.00 m de ancho.

La afición potosina registró la peor entrada desde el torneo pasado, además de meterse de lleno para exigirle a su equipo, apareciendo en un par de ocasiones el "Fuera Molina" al ritmo de todos los presentes.

El abucheo a sus jugadores no se hizo esperar y fue tanto que al final del encuentro el sonido local tuvo que ser subido en demasía, cosa que ni así logró silenciar a su afición, quienes ya se sienten defraudados por la nula autocrítica del técnico y la actitud de algunos jugadores como Espericueta, quien al sentir el reclamo de los presentes decidió contestar a parte de la afición que se encontraba en la cabecera contraria a los vestidores.