El 19 de diciembre, Gumaro Pérez, quien fuera reportero gráfico en el periódico "La voz del sur" en Veracruz, fue asesinado mientras veía un festival navideño de su hijo. Con ello, México se convierte en el país sin guerra más peligroso para ejercer el periodismo. Solo Siria se le atraviesa en ese terrible rubro, el cual no ha parado ni parará en los próximos meses.

Un día después, la Federación Mexicana de Fútbol ha decidido suspender a siete reporteros por 'facilitar' a un aficionado a saltar a la cancha en la gran final entre Tigres y Rayados. Sobre todo, la sanción a los fotógrafos José Juán Martínez de Straffon Images y José Macías de Imago7 sobresalieron porque este castigo lo obtuvieron por "incitar a la violencia".

Esto debería de ser alarmante para el gremio periodístico en el ramo deportivo, puesto que sería la primera vez que la FMF castiga y suspende por ejercer sus funciones. Incluso, ha guardado silencio para darles un 'derecho de réplica' a los implicados por este sentido. El momento del periodismo en nuestro país parecería estar en una encrucijada terrible.

VAVEL México entrevistó a Darío Ramírez, quien fuera director general de la organización no gubernamental Articulo 19 (quien protege el derecho a la libertad de expresión y a periodistas en peligro) y ahora es director de comunicación de "Mexicanos contra la corrupción e impunidad", una organización que tiene fines similares y que nos ha dado el punto de vista de los que defienden plenamente este tipo de agravios:

"No hay un mecanismo de defensa para estos abusos o demandas de difamación. No hay más que los tribunales. Si la Liga MX no recapacita, el único remedio sería hacerlo de forma legal y que los tribunales decida" contesta al preguntarle sobre como defender a la prensa deportiva.

Ramírez reitera: "Los perpetradores principales de la prensa son funcionarios públicos. Si vemos este acto de censura que esta haciendo la Liga MX, quien es un ente privado, es evidente que debe activarse un mecanismo de protección. Parece que la FMF al cometer este acto de censura, no entiende el papel de la prensa. Hay una fotografía de un hincha que merece un castigo y ese el desconocimiento absurdo que tienen. Si no se le reconoce el papel de la democracia a los medio, las agresiones serán el siguiente paso, puesto que les serán incómodos lo que puedan expresar. En este caso, el organismo puede acabar con un acto de censura porque le da límites a la libertad de expresión y eso es ilegal".

Conocemos las implicaciones que sería involucrar al fútbol mexicano en juzgados legales por parte de la FIFA, pero también está, ante todo, la parte fundamental de la prensa en el mundo: informar de manera veraz y clara. Ante esto, el activista nos aclara: "Raya en lo ridículo que un ente privado pueda calificar como apología al odio o a la violencia una fotografía tomada por un fotoreportero en un estadio. Si esa foto revela algún acto de un hincha, sea legal o ilegal, es el papel de este captar el hecho. En materia de protección al reportero, es su labor captar estos hechos en el estadio. Lo que quieren es censura y controlar la linea de un medio de comunicación para alterar la narrativa".

Como tal, la FMF podría tener un reglamento interno, pero este no puede corromper las leyes del estado mexicano, tal y como apunta Ramírez: "Pueden tener un reglamento como ente privado pero no puede ir encima de la ley. Es peligroso que entes privados piensen que pueden modificar un marco protector de derechos humanos como es la libertad de expresión" por lo que una de las soluciones ante estos hechos podría ser el tener un apoyo total del gremio hacia sus compañeros.

Parece difícil pensar que los hechos que ocurrieron en Veracruz y estos que se han dado dentro del balompié nacional son muy lejanos. Sin embargo es un verdadero grito de atención para la libertad de la información, que ha sido golpeada de una forma u otra. Es cuestión de principios, los cuales a veces se pierden dentro del gremio por quedar bien ante los que producen la información de cada día en las canchas.